Daniel J. Ortiz
Universidad Le Cordon Bleu. Lima,
Perú
https://orcid.org/0009-0008-5185-888X
Universidad Le Cordon Bleu. Lima,
Perú
https://orcid.org/0009-0002-1424-2476
DOI: https://doi.org/10.36955/RIULCB.2024v11n1.007
Esta obra está bajo
licencia internacional Creative Commons Reconocimiento
4.0
Recibido:
02/10/2023 Revisado: 01/12/2023 Aceptado: 20/12/2023 Publicado: 02/01/2024
ABSTRACT
The Peruvian Army is a military institution whose
objective is to control, guard, defend the national territory and participate
in economic and social development. For this reason, the military requires an
adequate diet to carry out these vital activities. The objective of the research
is to determine the relationship between the caloric intake of the diet and the
energy requirement of military personnel in their recruitment stage in Lima. It
is a quantitative, descriptive and cross-sectional study. There is a sample of
80 soldiers. The sample is non-probabilistic and by convenience. The 100 % of
the evaluated sample is male and their age is between 18 and 30 years old. 95 %
of the sample has a high caloric intake (3 400 kcal to 2 900 kcal). 100 % of
the sample presented an average total energy expenditure (TEE) in the range of
(2 756.92 kcal to 2 928.42 kcal). In relation to the GET of the predictive
equation of Harris Benedict 50 % presented a high energy expenditure (3 400
kcal to 2 900 kcal), with respect to Miffling 85 % a medium energy expenditure
(2 899 kcal to 2 400 kcal) and with Cunningham a medium energy expenditure (2
899 kcal to 2 400 kcal), presenting in all these a significance level
(p<0.05) performed by the chi-square test for both variables evaluated. It
is concluded that the total energy intake presents a relationship with the
three predictive equation formulas, but in the case of HB it overestimates the
GET. While for this age group, the Miffling and Cunningham formulas would be
recommended for their estimation of GET.
KEYWORDS:
Caloric intake, diet, energy requirement, military personnel, physical
exertion.
INTRODUCCIÓN
Este estudio proporciona
información de carácter científico el cual servirá como datos para próximos
estudios, ya que los aportes presentados confirman la importancia de una buena
alimentación en su relación con la actividad física y académica de la población
estudiada. Además, resulta factible que el personal que integra los diversos
batallones del ejército en todo el Perú requiere de una etapa básica de
entrenamiento la cual conlleva a 3 meses de confinamiento en la etapa inicial
de su proceso de preparación militar; pues, durante este periodo este personal
militar está sujeto a una dieta proporcionada por las unidades donde presta
servicios (MINDEF, 2023). Además, se puede conocer si la población estudiada
experimenta cambios en su composición corporal; de ser así, se les recomienda
acciones de mejora para la dieta y que esté acorde a sus necesidades. Esta
investigación es necesaria ya que ayuda para que estudiantes, profesionales e
interesados en temas relacionados al requerimiento calórico y aporte
nutricional de la dieta exploren más sobre cómo desarrollar estrategias de una
dieta adecuada para el personal militar teniendo como ejemplo la compañía de
construcción y vivienda N°512 acantonada en Chorrillos teniendo como finalidad
recomendar dietas energéticas principalmente en su etapa de reclutamiento.
MATERIALES Y MÉTODOS
Recolección de datos
Se solicitó el permiso a esta
unidad militar (Compañía de Construcción y Vivienda Nº 512) en la cual se
realizará la muestra para realizar la investigación con el personal
correspondiente. Luego de la aprobación por parte de la entidad, se ejecutó el
proyecto, seleccionando la muestra para así dar pase a realizar la pesada y
tallado del personal, consultar hábitos alimenticios, y conocer su rutina
diaria, realizando un recordatorio de 24 horas, también se realizó el pesado de
las porciones de cada plato de los individuos y las sobras se clasificaron
mediante una gráfica.Finalmente, la recolección de datos se dio en un plazo de
10 días en un horario de 6:00 AM a 6:00 PM.
Recolección de datos para los
soldados
Se utilizó la balanza HUAWEI
body fat scale que tiene una capacidad de hasta 150 kg. El sujeto se ubicó en
el centro de la balanza, de frente y en forma erecta, usando la menor ropa
posible y en algunos casos se usó ropa de deporte. La pantalla de balanza tiene
que estar en 00,00 kg para que el sujeto pueda subir y el peso sea el indicado.
El sujeto se retiró los zapatos y se subió sobre a la balanza. Luego, el sujeto
se retiró los zapatos y se subió sobre a la balanza y de manera erguida y de
frente sin moverse. Una vez con el peso ya indicado, se tomó foto a los
resultados de la aplicación el cual la balanza estaba conectado, y se
registraron datos. Luego del peso, los sujetos fueron tallados mediante el
tallímetro estandarizado por el Centro Nacional de Alimentación, Nutrición y
Vida Saludable (CENAN) sobre una superficie como la pared, asegurándose que este
fijo. El sujeto debe quitarse los zapatos y cualquier adorno que lleve en el
cabello. Se le coloca la mano izquierda sobre el cuello del sujeto para
asegurar la posición correcta y considerar la posición recta del sujeto para
leer la madera.
Recolección de datos para los
alimentos
Para el pesado de cada uno de
los alimentos se utilizó la balanza CARMY Ek2151h para el pesado de cada
alimento y bebida. Primero se tara la balanza a cero y peso los bowls de acero
y taza de acero, donde se servían la comida para así restar con el peso del
alimento, luego se pesó cada alimento y porción en el bowl y así anotar el peso
de cada alimento.
Procesamiento de la
información
Se realizo la recolección de
información de datos básicos necesarios para la determinación del cálculo del
requerimiento energético, para eso se realizó la evaluación antropométrica
aplicando el protocolo de evaluación de la guía técnica para la evaluación
nutricional antropométrica de adulto del CENAN (peso, talla e IMC) donde se
utilizará un tallímetro de madera estandarizado por CENAN (Esenarro et al.,
2012), una balanza digital con resolución de 0,1 g marca HUAWEI body fat scale.
Y la recolección del peso, talla del personal militar y el tipo de actividad
física de la población para la variable del requerimiento energético donde se
aplica la fórmula predictiva de Harris-Bennedict, Mifflin-St. Jeor y Cunningham
con las cuales se trabajara con la Tasa Metabólica Basal (TMB), luego se
multiplicará el Factor de actividad física para calcular el Gasto Energético
Total, después se determinó la distribución porcentual de macronutrientes según
las recomendaciones de la World Health Organization (WHO, 2020) para una
persona adulta tanto de proteínas, lípidos como de carbohidratos. Después, se
realizó el análisis para la variable de consumo calórico, donde se evaluó el
menú diario del personal, ingresando a la cocina para ver la preparación de la
comida, después se pesará cada alimento correspondiente al desayuno, almuerzo y
cena durante 3 días en una semana propuesta para la recopilación de
información. Con ello se obtuvo los macronutrientes y las calorías del plato de
la ración servida correspondientes a los días. Se utilizó el método de pesada
directa. Para ello se ingresó a la cocina y se solicitó una muestra de servido
de desayuno, almuerzo y cena de lo que van a consumir al día el personal
militar lo cual se usará la balanza de alimentos de marca CARMY Ek2151h con
resolución 0,1 g, tazas y cucharas medidoras. Con respecto a los alimentos que
son cocidos se utilizó la tabla auxiliar de alimentos de cocidos a crudos
(MINSA, 2013). Luego estos datos fueron subidos y digitalizados en una base de
datos para tener su cuantificación real energética y de macronutrientes de la
dieta del personal militar. Finalmente, en la cuantificación del consumo
energético se utilizó el un formato de pesado por cada alimento que sirvió como
guía para poder evaluar el consumo en los 3 tiempos de comida a través de las
gráficas.
Procesamiento y análisis de
datos estadísticos
Todos los datos obtenidos
fueron vaciados a un formato Excel MICROSOFT 365, los cuales fueron procesados
en el paquete estadístico SPSS versión 25, para el análisis de las variables.
Se procedió a realizar la estadística descriptiva a través de frecuencias
(porcentajes) y medias con desviaciones estándares para las variables
sociodemográficas y variables evaluadas del estudio. Luego se determinó la
prueba de normalidad por Kolmogorov (n= 80) para ambas variables del estudio,
dando como resultado ser no paramétrico.
Por tanto, se utilizó en la
estadística inferencial para las variables categóricas (consumo calórico y
gasto energético) del estudio, la prueba estadística de chi cuadrado con un p
valor < 0,05 del nivel de significancia para ver la relación entre ambas variables.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La presente investigación
tiene como propósito analizar el consumo calórico de la dieta y requerimiento
energético de la población objetivo con la finalidad de obtener un panorama más
profundo y específico.
Para lograr este objetivo, se
llevó a cabo un minucioso seguimiento y estudio que involucró la recolección de
datos relevantes al tema y su consiguiente análisis estadístico.
Figura 1. Distribución del consumo calórico de la dieta promedio
El consumo energético promedio de los tres días de evaluación fue de aproximadamente 2 981 calorías, lo cual indica que la dieta proporcionó suficiente energía para cubrir las necesidades energéticas del personal militar en formación durante ese período. No obstante, se debe tener en cuenta que cada individuo tiene diferentes requerimientos energéticos basados en su edad, sexo, nivel de actividad física y otros factores. Por lo tanto, es posible que algunas personas necesiten más o menos calorías de las que se proporcionaron en la dieta evaluada. En el mismo estudio de García y De Torres (2016) están a favor porque menciona que el consumo de una ración normal para los soldados es 3 000 calorías, en donde se proporciona energía suficiente para las actividades realizadas por los soldados.La investigación respalda los resultados, debido a que el promedio es 2 981 calorías, lo cual está dentro del rango.
Figura 2. Distribución de
kilocalorías de la dieta del día 1, 2 y 3 con las tres comidas diarias.
Si comparamos el día dos con
el día uno, podemos observar que hay una diferencia en la repartición de
calorías en el desayuno y la cena. Conforme a ello, el día dos tiene más
calorías en el desayuno y menos calorías en la cena en comparación con el día
uno. Comparando los tres días en cuestión, se puede identificar patrones en la
distribución energética. Esto se debe a que la comida que cambia es el
almuerzo, mientras que desayuno y cena son lo mismo en los 3 días García y De
Torres (2016) menciona en su investigación dos tipos de raciones para los
soldados de España, que es la ración normal que se divide en desayuno con 600
calorías, almuerzo con 1 400 calorías y cena con 1 000 calorías, lo cual es un
equivalente a 3 000 calorías, mientras que, en la ración activa se divide en
desayuno con 600 calorías, bocadillo con 250 calorías, almuerzo con 1 400
calorías merienda con 250 calorías y cena con 1 000 calorías, lo cual da una
suma de 3 500 calorías.
Si se compara con los resultados de nuestra investigación podemos afirmar que los menús de los tres días se asemejan más no se igualan y están dentro del rango.
Figura 3. Promedio de la
distribución energética de las tres fórmulas para el gasto energético total.
En la ecuación de
Harris-Bennedict tiene el promedio más alto, seguida de Mifllin y finalizando
con Cunningham. Estas diferencias pueden deberse a las distintas ecuaciones y
factores considerados en cada fórmula, como la edad, el sexo, el peso, la
altura y el nivel de actividad física. Basándonos en los promedios obtenidos,
podemos afirmar que los soldados en la etapa de reclutamiento podrían requerir
una ingesta calórica promedio en el rango de 2 756,92 a 2 928,42 calorías,
dependiendo de la fórmula utilizada. Sin embargo, es importante tener en cuenta
que estas cifras son aproximaciones y pueden variar según las características
individuales y el nivel de actividad física de cada soldado.
En el estudio de Jagim et al.
(2018) realizo una comparación con cinco ecuaciones de predicción del gasto
energético en atletas masculinos y femeninos, en cuanto a los atletas
masculinos en la fórmula de HB el gasto energético fue de 2 139 calorías, el de
Mifllin fue de 1987 calorías y Cunningham fue de 2 240 calorías, los autores
mencionan que todas las ecuaciones sobreestiman el GER en los atletas de ambos
sexos, sin embargo la ecuación de Cunningham es la que menos diferencia tiene
en mujeres (165 kcal/día) y menor error cuadrático (110 kcal/día), mientras que
Harris Bennedict presenta el menor error cuadrático medio (284 kcal/día) en los
hombres.
Asimismo, Mifflin sobrestima
el GER/GEB para mujeres. Los autores mencionan que Harris suele ser más precisa
para el sexo masculino, mientras que Cunningham para el sexo femenino y Mifflin
no es la mejor opción para predecir el RMR en atletas. Los autores respaldan
nuestra investigación ya que podríamos afirmar que la fórmula de Harris
Bennedict es la más cercana a darnos un resultado adecuado en comparación al
estudio en mención.
Tabla 1. Prueba de
Chi-cuadrado de las variables consumo calórico y gasto energético con la
ecuación de Harris-Bennedict.
|
Consumo calórico |
Gasto energético |
Chi-cuadrado |
64,800* |
61,250* |
gl |
1 |
1 |
Sig. asintótica |
0,000 |
0,000 |
En resumen, el consumo
calórico afecta significativamente el GET calculado mediante la fórmula HB en
la muestra estudiada. Fernández et al. (2012) realizó un estudio en 32
voluntarios sanos de los cuales un 40,6 % hombres y la edad media fue de 35,7
años. en el cual los autores encontraron que la diferencia estadísticamente
significativa en la estimación del GET entre SWA y HB, con una diferencia de
351,9 kcal/día (p = 0,001). La correlación (buscar la prueba de normalidad)
entre ambos métodos, medida mediante el Coeficiente de Correlación Intraclase
(CCI), fue del 65,0 % (p < 0,001) ambos estudios tienen correlación
significativa entre el consumo calórico y el gasto energético. Además, se
identificaron factores predictores del gasto energético total en la población
estudiada. ambos estudian proporcionan información relevante en sus respectivos
contextos. Nuestro estudio contrasta con el de Carrasco et al. (2002) debido a
que realizó una comparación del gasto energético en reposo estimado mediante la
fórmula de Harris-Benedict (GERe) y el gasto energético en reposo medido (GERm)
en una población de 441 hombres, lo cual señala que el GER estimado por
Harris-Benedict sobrestima el GER medido en un valor promedio de 153 kcal/día
en hombres. La correlación entre la diferencia H/B-GERm y el GERm fue de (r=
-0,25) en los hombres, lo que indica una correlación negativa y el valor de p
> 0,005, dando a entender que es no significativo en los hombres. Mientras
que en nuestro estudio se observa una relación significativa entre la ingesta
calórica y el GER calculado mediante la fórmula de Harris-Benedict, estas
discrepancias se deben a las características de la muestra y la metodología
utilizada en ambos estudios.
Tabla 2. Prueba de
Chi-cuadrado de las variables consumo calórico y gasto energético con la
ecuación de Mifflin-St.
|
Consumo calórico |
Gasto energético |
Chi-cuadrado |
64,800* |
5,000* |
gl |
1 |
1 |
Sig. asintótica |
0,000 |
0,025 |
Existe un valor de chi-c
cuadrado de 64,800 con 1 grado de libertad para la variable “consumo calórico”.
El mencionado valor sugiere discrepancia entre los valores percibidos en la
tabla de contingencia. En ese sentido, la prueba de chi-cuadrado arroja
resultados significativos, con un valor que indica una asociación significativa
(p < 0,05) entre el consumo calórico y el GET estimado empleando la fórmula
de Mifflin-St. Lo mencionado previamente evidencia que la opción de la fórmula
aplicada tiene un impacto significativo en la asignación del grupo energético y
que la relación entre el GET y el consumo calórico no es al azar. Estos
resultados son fundamentales para la presente investigación debido a que respaldan
al consumo calórico en la estimación del GET mediante la fórmula Mifflin-St.
Por último, la prueba
chi-cuadrado revela una relación significativa entre el consumo calórico y el
GET utilizando la fórmula Mifflin-St, con un valor de chi-cuadrado que apoya
dicha asociación (p < 0,05). En el estudio de Cruz Marcos et al. (2015) los
autores observaron que la ecuación de Mifflin-St subestimó el gasto energético
en reposo en un 8,6 % en los 80 adultos sanos de España.
Sin embargo, esta ecuación fue
la que mejor se ajustó a la muestra. Cancello et al. (2018) realizaron un
estudio en una población obesa mórbida donde los resultados muestran que la
ecuación de Mifflin-St Jeor tuvo el mejor rendimiento en pacientes obesos con
≥3 comorbilidades. Una posible explicación para la subestimación del GER por
parte de la ecuación de Mifflin es que esta ecuación fue desarrollada a partir
de datos obtenidos por calorimetría indirecta en sujetos sanos con normo peso
(Mifflin-St et al., 1990).
Los resultados obtenidos en
nuestro estudio tienen limitaciones y contrasta con los 3 estudios mencionados
sobre la ecuación de Mifflin-St Jeor debido a que presentan diferentes
poblaciones y diferentes metodologías.
Tabla 3. Prueba de
Chi-cuadrado de las variables consumo calórico y gasto energético con la
ecuación de Cunningham.
|
Consumo calórico |
Gasto energético |
Chi-cuadrado |
64,800* |
42,050* |
gl |
1 |
1 |
Sig. asintótica |
0,000 |
0,000 |
También, el trabajo reveló que
no se encontraron frecuencias esperadas inferiores a 5, lo cual es
trascendental para garantizar la validez de los resultados. Además, el valor de
significancia asintótica fue de 0,000 para ambas variables, lo que ampara la
evidencia de una asociación significativa. Estos resultados implican que la
fórmula de Cunningham es adecuada para entender cómo afecta el consumo calórico
al GET de la muestra evaluada.
En el artículo de Kfir et al.
(2023) comparó algunas de las ecuaciones para requerimiento de energía estimado
(REE) entre ellas está la fórmula de Cunningham, donde participaron 3 001
participantes de una muestra relativamente pequeña con una alta varianza
individual de las clínicas de nutrición en Israel el cual presenta un análisis
de Bland-Altman que muestra la diferencia entre las ecuaciones de predicciones
comunes y el RMR medido. La ecuación de Cunningham obtuvo la mayor diferencia
con una desviación media del -16,6 % y un LOA (ecuación de predicción) del 95%
de 1,9 a -35,1, lo cual muestra una discrepancia entre las ecuaciones y el RMR
medido. Realizando una comparación con nuestro estudio se encontró una relación
significativa entre el consumo calórico y gasto energético, lo cual el estudio de
Kfir también tiene dos variables y están relacionadas entre ellas.
Asimismo, el estudio de Kfir
concuerdan con los resultados debido a que las frecuencias son menores a 5,
esto sugiere que los resultados son confiables y seguros al igual que el del
artículo en mención y en cuanto a estadística significativa ambos artículos
muestran que existe una asociación estadísticamente significativa entre ambas
variables tanto del artículo en mención, como de nuestra tesis.
CONCLUSIONES
El consumo calórico de la dieta
presenta una relación con el requerimiento energético en el personal militar en
su etapa de reclutamiento.
El personal militar presenta
un adecuado consumo calórico de la dieta en su etapa de reclutamiento, pero la
mayor parte de su consumo calórico diario se basa en los carbohidratos.
El personal militar tiene un
adecuado requerimiento energético en la etapa de reclutamiento según las
ecuaciones predictivas de Mifflin y Cunningham, pero según la ecuación de
Harris Bennedict sobreestima el requerimiento energético total.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS