RESUMEN
Palabras claves: Alimentación,
sedentarismo, adolescentes, pandemia.
ABSTRACT
Since the appearance of the covid-19 pandemic, changes
have been generated in the eating habits and levels of physical activity of the
population and especially in university students, who in addition to staying in
quarantine, must continue their studies virtually during the day and without
the possibility of practicing sports or going to gyms, together with the stress
generated by this new type of teaching activity, makes them a target for
chronic diseases, resulting from this style in which a good diet is not
practiced at all. many cases. Literature related to the eating habits and the
level of physical activity of university students in the period that the
pandemic lasted was reviewed to study what type of relationship there is or is
not. After the different studies, it was shown that approximately 60% of the
students presented adequate eating habits, being able to highlight that, of
this value, 61%. Referring to physical activity, 49% of the university students
presented mild physical activity, of which the female sex participated in 55%,
and the male sex 56% had high physical activity. It was concluded that there is
a significant relationship but the level is low between eating habits and the
level of physical activity in university students during the COVID-19 pandemic.
Keywords: Food, sedentary lifestyle, adolescents, pandemic.
INTRODUCCIÓN
El
Comité de Emergencia de la Organización Mundial de Salud (OMS), anunció el 30
de enero del 2020 el brote de la nueva enfermedad denominada “COVID-19”, ocasionada
por la infección con el virus SARS-CoV-2, los primeros casos se reportaron en
noviembre del año 2019 en Wuhan, China. Aumentando las cifras de contagio a
nivel mundial en los siguientes 2 meses. La OMS el 11 de marzo de 2020 decretó
pandemia por COVID-19 (Caparó y Del Carmen, 2020).
Por la
alta movilidad de su población, el continente europeo se convirtió en el
epicentro de la pandemia donde se generó una alta tasa de contagio y mortalidad,
cuando el sistema de emergencia colapsó en pocos días. Similar situación
sucedió en el resto de los continentes, en los que se repitió la misma tragedia
(De Aranzabal et al.,2020). En Latinoamérica entró directamente de Europa y en
pocas semanas se multiplicaron las cifras de contagio, los países más afectados
en un inicio fueron Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Panamá, Argentina y México (Álvarez
y Harris, 2020).
En el
Perú se reportó el primer caso contagio de covid-19 el 6 de marzo del 2020 y a
partir de esa fecha se implementaron medidas estrictas sobre el distanciamiento
social, decretando el 16 de marzo del 2020 cuarentena a nivel nacional
reportándose como los departamentos más afectados Lima, Lambayeque, Tumbes,
Piura y Loreto debido principalmente a la cantidad de población, y al poco
control del cumplimiento de las medidas de confinamiento orientadas (Huamaní et
al., 2020). La pandemia por covid-19 ha impactado principalmente a personas más
vulnerables, las cuales se pudo observar que presentan cambios en los hábitos
alimentarios en la población peruana, dónde las personas prefieren alimentos
menos nutritivos y más económicos. Esta decisión se ha relacionado con la
reducción del ingreso familiar y restricciones impuesta por el gobierno con el
fin de frenar la transmisión del virus (FAO, 2020).
El
confinamiento obligatorio en la mayoría de los sectores poblacionales y el
temor al contagio, han producido períodos de permanencias prolongadas en el
hogar, llevando a las personas al sedentarismo, ocasionando el incremento de
peso, siendo esta un factor determinante de la presencia de sobrepeso y
obesidad, estas patologías nutricionales de sobrealimentación podrían causar
con el tiempo enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares,
la diabetes ,el cáncer, trastornos metabólicos aumentando la tasa de
morbimortalidad (Cando ; 2019 Camacho et al., 2020).
A nivel Nacional uno los protocolos que se
implementó en la educación fueron las clases virtuales. Esta medida fue todo un
desafío tanto para profesores y estudiantes de educación básica y superior
(Abreu, 2020).
En una
investigación con estudiantes universitarios realizada antes de la pandemia se
evidenció un alto porcentaje de inactividad física y una inadecuada
alimentación por la sobre carga de actividades académicas. (Villavicencio et
al., 2020). En tiempos de covid-19 debido al confinamiento obligatorio, cierre
de gimnasios, centros deportivos y la implementación de las clases virtuales se
evidenció el incremento del sedentarismo y malos hábitos alimentarios en la
mayoría de la población peruana incluyendo a los universitarios, quienes
permanecen horas sentado frente a los dispositivos electrónicos (Severi y
Medina, 2020).
DESARROLLO
ESTILOS
DE VIDA SALUDABLES
Los
estilos de vida son conjunto de acciones cotidianas que realizan las personas
para mantener y mejorar su salud, evidenciando que los hábitos de salud y de
vida tienen relación entre ellos. Los estilos de vida saludable son
fundamentales para tener una buena calidad de vida, lo que no garantiza vivir
muchos años. Estos no solo se relacionan con una alimentación saludable y
ejercicio físico, sino que hay otros factores como el descanso óptimo, la
realización de actividades recreativas, la sexualidad y el rechazo a los hábitos
perjudiciales como el consumo de alcohol, drogas y tabaco. influyen en mantener
un estilo de vida saludable (Torres et al., 2017; Sánchez y De luna, 2015).
Hay
estudios que evidencian un incremento de la prevalencia de universitarios que
están finalizando la etapa de la adolescencia, hay que considerar en esta etapa
de la vida se forma los estilos de vida que perdurarán hasta la etapa adulta.
Por esta razón, esta población será clave para la implementación de programas
con respecto a la promoción, prevención de la salud y educación nutricional con
la finalidad de formar buenos hábitos alimentarios. (Torres et al., 2017;
Sánchez y De luna, 2015).
HÁBITOS
ALIMENTARIOS
Ellos
tienen directa influencia sobre la salud, estos son adquiridos en la primera
infancia y se va consolidando a lo largo de la vida hasta que se mantengan en
la edad adulta, por ende, para garantizar un adecuado desarrollo, crecimiento y
prevenir futuras enfermedades, se requiere cubrir los requerimientos
nutricionales con una dieta personalizada. Según estudios la población
universitaria entre 18 a 23 años de edad se consideran un grupo vulnerable en
cuanto a su estado nutricional, debido que en estos rangos de edad comienzan a
tener sus propias preferencias en cuanto a su alimentación y de otras
actividades, lo que provoca que atraviesen periodos de toma de decisiones para
la formación y consolidación de sus hábitos alimentarios (Sánchez y De Luna,
2015).
ALIMENTACIÓN
SALUDABLE
Es
aquella que nos brinda nutrientes necesarios para mantener el organismo en
óptimas condiciones y minimizar la prevalencia de las enfermedades crónicas no
transmisibles, garantizando con aquellas una adecuada reproducción, gestación,
lactancia, desarrollo y crecimiento. Por ende, es necesario consumir
diariamente una variedad de frutas, verduras, cereales, legumbres, lácteos y
derivados, carnes blancas y aceite en cantidades adecuadas, con el objetivo de
prevenir múltiples enfermedades (Minsa, 2019 y Vilca, 2018).
ALIMENTACIÓN
NO SALUDABLE
Se
refiere a una ingesta de productos poco o no nutritivos que por lo general son
productos procesados, ultra procesados y productos denominados “comida
chatarra” como hamburguesa, pizza, entre otros. Por ende, una alimentación poco
saludable se convierte en un problema, cuando se realiza diariamente modifican
los hábitos alimentarios. Estos cambios en la alimentación generarían un exceso
de consumo de calorías que conlleva a un incremento del tejido adiposo
subcutáneo, provocando un desequilibrio en el estado nutricional, afectando
indirectamente a los siguientes nutrientes como proteína, vitaminas y minerales
(Cando, 2019 y Ríos y Sánchez, 2019).
La
población universitaria, es considerada como un grupo vulnerable por presentar
un desequilibrio nutricional, esto se debe al no tener un adecuado hábito alimentario
por consumir entre sus comidas principales alimentos nada nutritivos
adicionalmente este grupo etario con frecuencia no consumen su desayuno, esto
se puede deber por la sobrecarga academia y por ende ellos optan por el consumo
de comida chatarras, uno de los factores determinantes de su consumo es su
costo económico, su rápida preparación y que se puede adquirir en cualquier
horario y lugar disponible (Ríos y Sanchez, 2019 y Chávez et al.,2013).
FACTORES
QUE INFLUYEN EN LOS HÁBITOS ALIMENTARIOS
El
cambio de los hábitos alimentarios se debe a muchos factores, entre estos
podemos destacar: los factores de índole económica, familiar, social,
geográficos, psicológicos, tradicionales, culturales, religiosos, los medios de
comunicación, el “marketing”, entre los cuales influyen en la elección de los
alimentos de la población vulnerable.
Entre
uno de estos grupos vulnerables encontramos a los universitarios, los cuales se
encuentran influenciados con respecto a sus hábitos alimentarios por el medio
que los rodea como la disponibilidad al consumo de alimentos procesados y ultra
procesados en los centros universitarios, la inactividad física realizados por
los estudiantes y la preocupación ocasionada por el estrés académico (Chota y
Simon, 2019 y Yupanqui, 2017).
ESTRÉS
ACADÉMICO
En la
etapa universitaria, los factores que más influyen están relacionados con el
asumir nuevos retos, tener mayores responsabilidades, el rigor académico, el
horario académico, los exámenes e incertidumbre por las notas, que conllevarían
a presentar un alto nivel de estrés académico. En los últimos años se ha
encontrado en los estudios una relación estadísticamente significativa entre
los hábitos alimentarios y estrés académico. Los altos niveles de estrés y un
mayor consumo de alimentos nada saludables han sido usados como un mecanismo de
defensa ante estrés académico, lo que ha provocado que en los estudiantes
consuman más de lo requerido con respecto a los alimentos procesados y ultra
procesados (Castillo y Vivancos, 2019 y Emiro et al.,2020).
PRÁCTICAS
NUTRICIONALES INADECUADAS. REPERCUSIONES
Los
niveles de conocimiento con relación a la alimentación y nutrición son
determinantes de los hábitos alimentarios, por ello es normal pensar que cuando
sea mayor el conocimiento sobre nutrición tendrán adecuados hábitos
alimentarios, sin embargo, a medida que uno adquiere la autonomía para elegir
los alimentos que consume durante el día y sus respectivos horarios, estos se
verían influencia por factores como la economía, cultura, sociales, entre otros
que afectarían directamente a patrones de alimentación, generando cambio en
ellos.
Según
investigaciones muchas veces la población tiene conocimientos sobre una dieta
balanceada, pero no los ponen en práctica, esto podría deberse a toma de decisiones
del universitario, aunque los medios de comunicación invaden las redes sociales
con información relacionado a la nutrición y alimentación saludable, estudios
indican que la relación entre el nivel de conocimiento en nutrición y
alimentación es escasa. Dando como resultados de que a pesar de tener los
conocimientos sobre nutrición los universitarios suelen tener conductas
alimentarias poco saludables, para esto se sugiere tener una adecuada educación
nutricional en este grupo evaluado (Sánchez, 2017).
Los
hábitos alimentarios inadecuados podrían conllevar distintos tipos de
trastornos alimenticios como la desnutrición, sobrepeso y obesidad. Esta última
es una enfermedad de alta prevalencia a nivel mundial, esto se podría dar
debido a un desequilibrio entre la energía consumida y gastada. Los factores
que favorecen al incremento de la masa grasa corporal son como consumir
alimentos ultra procesados con alto contenido de grasa, azúcar y deficiente de
micronutrientes, otro factor es la inactividad física; ambos factores
desencadenan un alto riesgo de presentar (Moreno, 2012 y Cando;2019).
ACTIVIDAD
FÍSICA
La
actividad física es cualquier movimiento corporal ejercido por los músculos
esqueléticos, donde se requiere un gasto calórico adicional con respecto a la
tasa metabólica basal. La práctica regular de la actividad física garantiza un
estilo de vida saludable. A este término cuando se realizan las planificaciones
con repeticiones y se estructura esta actividad se le denomina ejercicio físico
(Sotomayor et al.,2017 y Prudencio; 2018). Al respecto, Antunes et al. (2006) planteó:
El
ejercicio físico interfiere en el rendimiento cognitivo, debido al aumento de
los neurotransmisores y por el cambio de las bases cerebrales. Al lograrse una
mejor oxigenación cerebral, el organismo comienza a funcionar mejor, lo que se
refleja en el estado de ánimo, la motivación y las ansias de triunfar (pág.5).
La
actividad física puede ser medida por los METs, que es un método usado para
cuantificar y representar la velocidad en la que la energía es gastada durante cualquier
tipo y nivel de actividad física (Durán,2019). El indicador de la actividad
física expresado en MET minutos/semana y permite clasificar categóricamente el
nivel de actividad física en bajo, moderado o alto. Los METs son una manera de
calcular el requerimiento energético como múltiplo de la tasa metabólica basal
y la unidad utilizada, el minuto MET se calcula multiplicando el
correspondiente MET del tipo de actividad por los minutos de ejecución en un
día o una semana (p. 74).
CLASIFICACIÓNES
TIPOS
DE ACTIVIDAD FÍSICA
Los
tipos de actividad física se clasifica según la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) en “estructurada y no estructurada” (OPS, 2019).
La
actividad estructurada se refiere a ejercicios físicos realizados bajo
supervisión, planificados, con reglas de juego, y es donde se incluyen los
deportes como: el fútbol, vóleibol, tenis, natación, entrenamiento en gimnasios
y otros. La actividad no estructurada se relaciona con actividades cotidianas
donde implique desplazarse.
NIVEL
DE ACTIVIDAD FÍSICA
Los
niveles de actividad física (NAF) se clasifican según OPS en dos niveles de
actividad física moderada e intensa (OPS, 2019).
La actividad
física moderada: Se refiere a toda actividad, donde se necesita un esfuerzo
moderado y hay un incremento de la frecuencia respiratoria, del ritmo cardíaco
y se produce sudoración, mientras que la actividad física intensa está asociada
a la realización de un esfuerzo mayor, donde hay un incremento sustancial de la
frecuencia respiratoria, el ritmo cardiaco, aumenta el calor corporal
produciendo sudor.
FACTORES
QUE INFLUYEN EN LA INACTIVIDAD FÍSICA
Entre
los factores más importantes que influyen en la inactividad física es el
sedentarismo, las clases virtuales y la carga académica.
Sedentarismo
El
sedentarismo es definido como la falta de actividad física o de ejercicios
físicos, también se puede definir como la actividad que tiene un gasto de
energía menor a 1,5 METs. Estos comportamientos sedentarios son factores que
influyen en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles en jóvenes
y adultos (Leiva et al., 2017 y Sañudo et al., 2019).
En
estudios realizado antes de la pandemia expusieron que los jóvenes estudiantes
universitarios invierten hasta 2 horas utilizando el celular y/o computador, la
cual han sido considerado una parte importante en la vida de los universitarios,
debido a que contribuye en el rendimiento académico, pero también lo usan para
conectarse a redes sociales y videojuegos. También se reportó la diferencia en
cuanto al género y edad, donde los hombres empleaban más horas en videojuegos
en comparación a las mujeres que prefieren las redes sociales. En relación a la
edad, los universitarios más jóvenes menores de 26 años gastan más tiempo en el
celular y los mayores de 26 años ante el computador. Estos factores han
determinado que estos jóvenes tienen un estilo de vida sedentario y esto podría
repercutir en la salud aumentando la prevalencia de sobrepeso y obesidad
(Sañudo et al., 2019).
Clases
virtuales
Las
clases virtuales se han clasificado como una educación a distancia a través de
conexión y uso de internet, que no se requiere de un espacio o tiempo
específicos. Las clases virtuales son una modalidad no utilizada regularmente,
que por motivos de pandemia y el confinamiento por Covid-19 se ha visto
implementada en los centros de estudio a los diferentes niveles, para mantener
los diferentes sistemas de educación. Estudios recientes en estudiantes universitarios
sobre las repercusiones de las clases virtuales, expusieron que los principales
efectos en el estrés fueron causados por la conectividad inestable de las redes,
la deserción universitaria y la carga académica. (Expósito y Marsollier, 2020 y
Lovón y Cisneros, 2020).
Carga
académica
Los
estudiantes universitarios están sujetos a estrés constante debido a la carga
de actividades universitarias durante las clases virtuales (sincrónica y
asincrónica) impartidas en la pandemia. En un estudio se encontró que los
universitarios con mayor promedio son los que realizan menos actividad física,
con un nivel de actividad física moderado. Pero también es de su importancia
los factores externos que pueden afectar el nivel de actividad física como
desinterés de practicar algún deporte, no contar un lugar donde pueda realizar
ejercicios, entre otros (Molano et al., 2019).
CONCLUSIONES
Los
cursos virtuales en los diferentes niveles de educación durante el período de pandemia
han determinado cambios conductuales referidos a la alimentación y práctica de
ejercicio físico.
Muchos
autores relacionan la carga académica universitaria como un factor a tener en
cuenta en por qué ha aumentado la población sedentaria.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.