Resumen
La calidad de la educación en Colombia hoy en día
se
confirma a partir de las pruebas estandarizadas que diseña y
aplica el
Instituto Colombiano para la Evaluación de la
Educación (ICFES) a todos los
estudiantes del país en sus diferentes niveles. El
propósito de este artículo
es analizar los resultados de una prueba diagnóstica de
saberes previos
diseñada por el ICFES en el área de
matemáticas aplicada a todos los
estudiantes de básica secundaria y media técnica
de la Institución Educativa
San Antonio del Pescado (IESAP), ubicada en la zona rural del municipio
de
Garzón (Huila). Dentro de los aspectos encontrados
está el paralelismo de las
pruebas aplicadas a los estudiantes de grado undécimo en los
últimos cinco años
con respecto a la prueba diagnóstica realizada al inicio del
año escolar 2022.
De igual manera, se especifican algunos de los efectos de la pandemia
como la
repitencia y deserción escolar, junto con la falta de
acompañamiento y
seguimiento de parte del estado en mejorar las condiciones educativas
de los
estudiantes. Asimismo, se analiza la importancia y relación
que existe entre
los saberes, el docente y el alumno (triángulo de la
didáctica) y la
oportunidad de utilizar las competencias matemáticas desde
una perspectiva
integral desde sus tres dimensiones que se conectan con los seis
saberes
primordiales de Romero (2019) para propender de manera
didáctica a aumentar no
solo los resultados de pruebas estandarizadas, sino también
a desarrollar las
competencias para la vida futura de los estudiantes.
Palabras Claves: Competencias
matemáticas, estrategias
didácticas, dimensiones, saberes, integralidad,
renovación educativa.
Abstract
The quality of education in Colombia today is confirmed by
the standardized test designed and applied by the Colombian Institute
for the
Evaluation of Education (ICFES) to all students in the country at
different
levels. The purpose of this article is to analyze the results of a
diagnostic
test of previous knowledge designed by the ICFES in the area of
mathematics
applied to all high school and middle school students of the San
Antonio del
Pescado Educational Institution (IESAP), located in the rural area of
the
municipality of Garzon (Huila). Among the aspects found is the
parallelism of
the tests applied to eleventh grade students in the last five years
with
respect to the diagnostic test conducted at the beginning of the 2022
school
year. Similarly, some of the effects of the pandemic are specified,
such as
grade repetition and school dropout, together with the lack of
accompaniment
and follow-up by the state to improve the educational conditions of the
students. It also analyzes the importance and relationship between
knowledge,
the teacher and the student (didactic triangle) and the opportunity to
use
mathematical competencies from an integral perspective frome its three
dimensions that are connected with the six primary knowledge of Romero
(2019)
to tend in a didactic way to increase not only the results of
standadized test,
but also to develop competencies for the future life of students.
Keywords:
Mathematical competencies, didactic strategies, dimensions,
knowledges, integrality, educational renewal.
INTRODUCCIÓN
La
vida actual de los seres humanos avanza a un ritmo vertiginoso, donde
la
globalización y los cambios en los diferentes
ámbitos de la vida son los que
marcan la pauta de la sociedad. Uno de los aspectos más
importantes que cambian
el desempeño de una persona, es la educación, la
cual según Platón es el
proceso que permite al hombre tomar conciencia de la existencia de otra
realidad, ya que la educación es la
desalineación, la ciencia es liberación y
la filosofía es alumbramiento.
De
igual manera, para Piaget la educación es forjar personas,
capaces de una
autonomía intelectual y moral, pero para ello se necesita un
sistema educativo
adecuado que permita la autonomía y libertad de
enseñanza de contenidos,
desempeños y saberes por parte de los docentes, donde se
rompan los estándares
de competencias que solo se preocupan por formar personas para el
trabajo y no
para desenvolverse y resolver cualquier situación
problemática que se le
presente de manera integral (De Zubiría, 2006). En este
sentido, se necesita un
cambio de los paradigmas de la educación, ya que se requiere
romper los
esquemas tradicionales donde solo unos estilos de vida y profesiones
son los
adecuados (Perrenoud, 2012).
En
Colombia, la educación está regulada por el
Ministerio de Educación Nacional
(MEN), el cual ha entregado las pautas, rutas y contenidos de las
diferentes
áreas de conocimientos mediante los Estándares
Básicos de Competencias o los
lineamientos curriculares de cada área. De esta manera, el
MEN delega la
función evaluadora al Instituto Colombiano para la
Evaluación de la Educación
(ICFES), el cual realiza mediciones externas para detallar el
rendimiento de
cada una de las distintas instituciones educativas del país,
ya sean urbanas o
rurales, o de índole público o privado.
Por
consiguiente, el ICFES evalúa cada año a los
estudiantes de grado undécimo de
las instituciones educativas, en unas pruebas externas al proceso de
desarrollo
y aprendizaje de los estudiantes dirigido por los docentes, en donde se
estipulada la medición de las cinco áreas
generales que están definidas en los
estándares básicos de competencias, una de esas
áreas de gran importancia son
las Matemáticas. Por lo tanto, el ICFES evalúa
tres competencias matemáticas
(Comunicación, representación y
modelación; Razonamiento y argumentación; y
Planteamiento y resolución de problemas) desde la
perspectiva de tres
pensamientos matemáticos (Numérico-Variacional,
Espacial-Métrico y Aleatorio).
Hay
que denotar que estas mediciones externas por parte del ICFES solamente
evalúan
la dimensión cognitiva o el pensamiento convergente de las
competencias
matemáticas, ya que solamente plantea problemas con
múltiple respuesta, donde
no se da espacio para la revisión de procedimiento y mucho
menos a la expresión
del ser y sentir de cada estudiante en una prueba.
Esta
investigación se desarrolló en el municipio de
Garzón, en el centro del
departamento del Huila, ubicado en la parte sur de la zona andina de
Colombia.
Por lo tanto, la unidad de estudio o población son los
estudiantes de la básica
secundaria y media técnica de la Institución
Educativa San Antonio del Pescado.
Para el desarrollo de la investigación se va a realizar el
diagnóstico en toda
la población de la Institución como aparece en la
tabla 1.
Tabla
1. Población por grados
Grado |
Número
de estudiantes |
Sexto |
46 |
Séptimo |
46 |
Octavo |
40 |
Noveno |
32 |
Décimo |
29 |
Undécimo |
24 |
Total |
217 |
Para
esta investigación se utilizó la
técnica de la encuesta y se utilizaron
preguntas cerradas con opción múltiple de
respuesta, las cuales se tomaron de
un instrumento aplicado a estudiantes de quinto grado de primaria,
elaborado y
aplicado por el ICFES en el año 2015 y publicado para el
acceso público al año
siguiente. Las preguntas fueron seleccionadas a partir de las
diferentes
competencias y pensamientos diseñados por el Ministerio de
Educación Nacional
(MEN). Uno de los dos criterios escogidos para la selección
de las preguntas,
fue que combinarán dos de los tres pensamientos en una sola
pregunta. El
segundo criterio utilizado fue que en las preguntas no solo se
recurriera a la
competencia más utilizada en el área de
matemáticas que es la Resolución de
problemas, sino también a las otras dos como son
Comunicación y Razonamiento.
A
pesar que este instrumento es de grado quinto y de hace siete
años, se recurre
a él para poder disponer de un diagnóstico de
saberes previos con el cuál se
detalle cómo se encuentran los estudiantes
después de un año y medio con
educación a distancia, ya que en toda la zona rural del
país tuvo la necesidad
de utilizar guías pedagógicas y
didácticas semanales, quincenales o mensuales,
debido a la falta de conectividad en las veredas. Por lo tanto, el
objetivo de
seleccionar las preguntas de grado quinto fue para delimitar
cómo se encuentran
los conocimientos básicos o saberes previos en el
área de Matemáticas, para así
poder precisar y tomar decisiones sobre las falencias y dificultades
que
presenten los estudiantes en las competencias y pensamientos del
área de
Matemáticas, teniendo en cuenta que estas competencias y
pensamientos del área
son los mismos, lo que cambia es el nivel de exigencia a medida que se
avanza
de curso hasta llegar al grado undécimo.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Anualmente
el ICFES en Colombia realiza las denominadas pruebas SABER las
cuáles son
externas a la labor realizada dentro de cada Institución
Educativa. Por consiguiente,
en la tabla 2 se muestran los resultados por niveles de
desempeños (el nivel de
desempeño más bajo es el 1 y el más
alto es el 4) que han obtenido los
estudiantes de grado undécimo de la IESAP en el
área de Matemáticas en los
últimos cinco (5) años continuos en las pruebas
externas del ICFES.
Tabla
2. Niveles de Desempeño de Matemáticas de grado
Undécimo
Niveles
de Desempeño |
2017
(%) |
2018
(%) |
2019
(%) |
2020
(%) |
2021
(%) |
1 |
0 |
10 |
6 |
42 |
0 |
2 |
29 |
52 |
47 |
58 |
62 |
3 |
71 |
33 |
44 |
0 |
38 |
4 |
0 |
5 |
3 |
0 |
0 |
Se
debe tener en cuenta la situación que se
desencadenó en el 2020 por el
aislamiento, cuarentena y pandemia del Covid-19, donde claramente se
observó
una caída sustancial en los resultados del ICFES, ya que los
estudiantes que se
encontraba en el nivel tres de desempeño fue reducida a 0%
con respecto año
2019 y la población del nivel 1 y 2 incrementaron en un 11 y
36%
respectivamente.
Debido
a ese cambio abrupto en los resultados de las pruebas externas del
2020,
durante el año 2021 los docentes del área de
matemáticas de la IESAP se
concentraron en la aplicación de simulacros de las pruebas
externas para
mejorar dichos resultados. Por consiguiente, los resultados de las
pruebas
SABER en el 2021 muestran que no hay población ubicada en el
nivel 1 de
desempeño, la mayor parte de los estudiantes se encuentran
en el nivel 2 de
desempeño con un 62% y el resto de la población
se encuentra en el nivel de
desempeño 3.
Para
continuar con las decisiones pedagógicas tomadas en el 2021,
se procede a
organizar un diagnóstico de saberes previos para aplicar en
la primera semana
de clases al inicio del año escolar 2022. Para este
diagnóstico de saberes
previos se recurrió a preguntas elaboradas por el ICFES. La
decisión de cuál
sería el nivel de las preguntas escogidas para el
diagnóstico de saberes
previos que se aplicaría a toda la población de
básica y media secundaria, son
preguntas del grado quinto, las cuales mantienen una
relación vertical y
horizontal con los diferentes niveles de los pensamientos y las
competencias
matemáticas estipulada en los estándares
básicos y lineamientos curriculares
del área de matemáticas.
Por
consiguiente, en la tabla 3 se detallan los resultados de la
aplicación del
instrumento de saberes previos a todos los estudiantes de
educación básica
secundaria y media técnica de la Institución
Educativa San Antonio del Pescado:
Número
de pregunta |
Pensamiento
Matemático (Según
ICFES) |
Número
de estudiantes que seleccionaron la respuesta correcta |
Porcentaje
de Acierto de los estudiantes (%) |
1 |
Geométrico-Métrico |
86 |
39,63 |
2 |
Numérico-Variacional |
89 |
41,01 |
3 |
Numérico-Variacional |
96 |
42,24 |
4 |
Geométrico-Métrico |
95 |
43,78 |
5 |
Numérico-Variacional |
133 |
61,29 |
6 |
Numérico-Variacional |
128 |
58,99 |
7 |
Geométrico-Métrico |
99 |
45,62 |
8 |
Numérico-Variacional |
84 |
38,71 |
9 |
Aleatorio |
123 |
56,68 |
10 |
Aleatorio |
96 |
44,24 |
11 |
Numérico-Variacional |
95 |
43,78 |
Promedio
General |
102 |
46,91 |
Es
evidente que estos resultados no diferencian grados, sino que se tienen
la
totalidad de estudiantes de secundaria de la Institución que
lograron resolver
cada una de las preguntas adecuadamente. En dichos resultados de
promedio, se
detalla que para el pensamiento
Geométrico-Métrico se obtiene un 43%, para el
pensamiento Aleatorio un 50% y para el pensamiento
Numérico-Variacional un 48%
de porcentaje de acierto en las preguntas del instrumento
diagnóstico de
saberes previos de las competencias y pensamientos
matemáticos. En
consecuencia, de manera general los resultados de este
diagnóstico de saberes
previos se encuentran que la población tiene un promedio de
47% de acierto en
las preguntas seleccionadas. Por lo tanto, estos resultados de manera
general
son consecuentes y similares a los resultados de las pruebas saber
undécimo de
los últimos cinco años.
Con
la intención de describir con claridad el rendimiento
cognitivo de los
estudiantes mediante el instrumento de saberes previos, en la tabla 3
se observa
el porcentaje de aciertos de cada una de las 11 preguntas seleccionadas
para el
diagnóstico por cursos desde grado sexto a
undécimo.
Tabla
4. Porcentaje de acierto por curso
Número
de pregunta |
Sexto
(%) |
Séptimo
(%) |
Octavo
(%) |
Noveno
(%) |
Décimo
(%) |
Undécimo
(%) |
1 |
27,14 |
28,26 |
52,50 |
43,75 |
62,07 |
41,67 |
2 |
26,09 |
28,26 |
45,00 |
46,88 |
55,17 |
62,50 |
3 |
13,04 |
30,43 |
50,00 |
34,38 |
86,21 |
83,33 |
4 |
26,09 |
23,91 |
45,00 |
62,50 |
55,17 |
75,00 |
5 |
43,48 |
36,96 |
75,00 |
71,88 |
79,31 |
83,33 |
6 |
50,00 |
50,00 |
55,00 |
78,13 |
75,86 |
54,17 |
7 |
43,48 |
39,13 |
47,5 |
53,13 |
44,83 |
50,00 |
8 |
26,09 |
21,74 |
42,50 |
62,50 |
55,17 |
25,00 |
9 |
50,00 |
50,00 |
52,50 |
78,13 |
86,21 |
25,00 |
10 |
54,35 |
39,13 |
62,50 |
50,00 |
34,48 |
8,33 |
11 |
36,96 |
30,43 |
55,00 |
53,13 |
75,86 |
12,50 |
Promedio |
35,57 |
34,39 |
52,95 |
57,67 |
64,58 |
48,48 |
Con
estos resultados, se detalla que en los grados sextos y
séptimos no alcanzan un
promedio de acierto superior al 36%, es decir, que uno de cada tres
estudiantes
resolvió correctamente la pregunta. Con respecto al segundo
nivel de la básica
secundaria de la educación en Colombia, se detalla una leve
mejoría en los
resultados, cuyos promedios aproximadamente son un 53% en grado octavo
y un 58%
en grado noveno. Para el último nivel correspondiente al
nivel de media técnica
en secundaria, se encuentra una mejoría en el grado
décimo con un 65%, pero con
una caída al 48% en el grado undécimo.
Con estos resultados de la prueba
diagnóstica
de saberes previos, diseñada
para al
grado quinto de la educación básica primaria,
pero aplicada a toda la población
de básica y media secundaria, se encuentran resultados
realmente bajos, ya que
se esperaba que el diagnóstico de saberes previos estuvieran
acordes a su nivel
y curso, detallando que se presentan bastantes dificultades en los
estudiantes
desde el grado sexto hasta el grado undécimo, donde se tiene
que los resultados
tanto de las pruebas Saber en undécimo grado en los
últimos cinco años y los
resultados de los saberes previos son similares.
Una
de las primeras dificultades se encuentra en la situación
mundial acontecida
por el Covid-19, donde se observa que los grados inferiores de
secundaria han
sido los que más afectados en su situación
académica, debido a los dos años que
no tuvieron presencialidad completa, provocó un desfase
cognitivo gradual en
los estudiantes de menor edad. Esta situación
académica en los estudiantes se
profundiza con la baja cobertura que tienen los estudiantes a medios
virtuales,
los cuales se profundizan aún más en la zona
rural, provocando que se hayan
incrementado las tasas de repitencia y deserción escolar,
generando que las
brechas de calidad en la educación sean cada vez mayores
(Melo et al., 2021).
Además, García (2020) enfatiza las consecuencias
de cerrar las instituciones
educativas en la pandemia, donde destaca el abandono y el retrasarse en
sus
estudios, la falta e inseguridad de alimentación, el abuso
intrafamiliar, los
problemas de salud físicos, emocionales y mentales por estar
encerrados.
Destaca que las estrategias de enseñanza a distancia durante
el aislamiento no
fueron adecuadas para todos los grupos, donde no se abordan
correctamente las
necesidades de cada estudiante, debido a que las
metodologías sugeridas por los
gobiernos como los canales de radio y televisión para
impartir los planos de
estudio, la utilización de guías
didácticas físicas, el uso de los
teléfonos
móviles o plataformas virtuales, no se podían
utilizar de manera equitativa,
esto se debe a que la mayoría de familias no cuentan con
dispositivos
electrónicos, el espacio necesario, la conexión a
internet y el apoyo y
acompañamiento de los padres. Estos factores se complican
aún más en las zonas
rurales, porque los padres de familia le dan mayor prioridad al trabajo
en las
actividades agropecuarias que al estudio en estos tiempos de cuarentena.
Una
de las consecuencias del efecto de la pandemia del Covid-19 ha sido el
retorno
progresivo de los estudiantes. En el año 2021 la
presencialidad fue a elección
de estudiantes y sus acudientes, en cambio para el 2022 el gobierno de
Colombia
dictamina que la presencialidad vuelve a sus condiciones normales antes
de la
pandemia. Por consiguiente, se deben implementar acciones de
diagnóstico,
nivelación, flexibilización y
profundización (Arias et al., 2020) de las
competencias que tienen los estudiantes en todas las áreas
del conocimiento
establecidas por el MEN. Con el retorno a la presencialidad se ha visto
profundizar un fenómeno constante en la educación
en Colombia, el cual ha sido
la reducción del número de estudiantes
matriculados y el aumento de la deserción
escolar, tanto en instituciones oficiales como privadas, pero con gran
preocupación en las zonas rurales del país (Melo
et al., 2021).
De
acuerdo a Braslavsky (2006) y Escribano (2017) desde hace
décadas se presentan
factores que repercuten en los sistemas educativos y su calidad, ya que
se
presentan bajos niveles de inversión en infraestructura y
capacitación de los
profesionales en educación, pocos cambios y/o ajustes a
nivel curricular ya que
se siguen manejando modelos pedagógicos y
metodologías que no son pertinentes
ni adecuadas ni eficientes con la época actual. Otros
factores como la falta de
trabajo en equipo entre toda la comunidad educativa (estudiantes,
docentes,
directivos, padres de familia, estamentos gubernamentales), los
ambientes de
aprendizaje, la ética profesional de los maestros, el acceso
a la educación, la
permanencia de los estudiantes en los sistemas educativas, la
disponibilidad de
materiales educativos de calidad y en cantidad.
Colombia
no es ajeno a estos factores, según De Zubiría
(2014) la educación se encuentra
en crisis, por lo tanto, es de vital importancia realizar los ajustes
pertinentes a los lineamientos curriculares que fueron
diseñados por el MEN en
2006 y todas las normativas educativas que rigen al Sistema Educativo
de
Colombia desde hace décadas, por consiguiente, se puede
considerar que la causa
más importante del bajo nivel de los estudiantes es la falta
de ajustes en la
renovación del currículo. Esto se debe a que los
lineamientos curriculares en
todas las áreas se enfatizan más en los
contenidos que deben replicar los
estudiantes para las posteriores pruebas Saber, que en
“formar personas
idóneas, autónomas, emancipadas con mentalidad
crítica e innovadora” (Romero,
2019, p.164). Aquí es donde se abre una disyuntiva entre lo
que se debe enseñar
y cómo enseñar, generando desafíos y
retos para los estudiantes y docentes en
los ambientes de aprendizaje, donde se debe romper con los esquemas
tradicionales de enseñanza y generar alternativas en los
modelos pedagógicos
actuales o en diseñar la forma de evaluar y
enseñar en cada una de las
instituciones. En este sentido, Camacho y Díaz (2013)
invitan a los docentes a
realizar diferentes acciones didácticas para que los
estudiantes desarrollen
las competencias, como son el diagnóstico de saberes
previos, la utilización de
organizadores gráficos, la aplicación de matrices
metacognitivas, el
aprendizaje y trabajo en equipo, entre otras.
Así
pues, Perrenoud (2012) sostiene que la escuela no selecciona los
conocimientos necesarios
que se deben enseñar para la vida, para que sean utilizados
en el diario vivir
y no estudiar por estudiar, sino para entablar acciones de
autonomía en su
aprendizaje para la vida, por lo tanto, se necesita “preparar
verdaderamente a
los jóvenes para construir competencias a lo largo de la
vida exigiría
transformaciones importantes del currículo y de los
objetivos de la escuela
obligatoria” (p.210). De esta manera, se crea la oportunidad
de hacer cambios
en los currículos ajustándose más a la
realidad y cotidianidad de los
estudiantes, generando así una formación integral
de los estudiantes para que
tengan las bases suficientes para desenvolverse en su etapa adulta.
Estas
bases se pueden lograr organizando de una manera más
coherente los lineamientos
curriculares, con una formación integral de las competencias
en sus tres
dimensiones: cognitiva, socioafectiva y práxica, ya que las
actividades y
propuestas desarrolladas en el ambiente de aprendizaje deben trabajarse
de
manera conjunta y no separadas, ya que para desarrollar competencias
convergen
de manera holística e integral los conocimientos e
inteligencia, capacidades,
destrezas, habilidades, valores, actitudes y aptitudes
(D’Amore et al., 2008;
Tobón, 2013; De Zubiría, 2014).
Ciertamente,
el desarrollo de toda competencia implica que se evalúe por
desempeños y se
recurra a la recolección de evidencias, técnicas
e instrumentos para evaluar el
proceso de aprendizaje de cada estudiante. Estos desempeños
se desarrollan por
medio de saberes, tradicionalmente se han desarrollado el saber, el
saber hacer
y el ser, pero profundizando exclusivamente en los dos primeros, ya que
las
políticas de estado colombiano buscan más la
proyección laboral que la
académica. Por el contrario, Romero (2019) afirma que los
seis saberes que se
deben desarrollar en el aula y que las personas deben desarrollar para
su vida
son: conocer, pensar, ser, sentir, hacer e innovar, destacando que
estos
saberes están inmersos en cada una de las tres dimensiones
de las competencias.
Todo
este proceso de competencias, desempeños, saberes y
evidencias se relaciona
directamente con la didáctica que se debería
desarrollar en los ambientes de
aprendizaje, debido a que la didáctica interviene en todos
los procesos de
enseñanza y aprendizaje. De esta manera D’Amore et
al. (2008), describe que en
la didáctica deben estar presente tres vértices:
los saberes, el maestro y el
alumno, los cuales deben tener la misma e igual importancia para que no
se
desequilibre la relación que debe existir en dicho
triángulo. Cada uno de estos
tres vértices se debe desarrollar utilizando los diferentes
saberes que generen
los aprendizajes mínimos para poder alcanzar las
competencias básicas en el
ambiente de aprendizaje.
Por
consiguiente, Romero (2021) organiza la forma de integrar las
competencias en
sus tres dimensiones con sus seis saberes en secuencias
didácticas. Esta
secuencia didáctica debe iniciar con el propósito
de formación que se va a
desarrollar durante todo el año académico, luego
se deben organizar los
desempeños que se van a desarrollar en cada
período académico y se especifique
la pregunta esencial para desarrollar en una o varias sesiones de clase
en el
aula. Todos estos aspectos iniciales tienen la finalidad de dar
claridad por
medio de los indicadores de desempeño y las
rúbricas que se describen por medio
de los seis saberes, al igual que las situaciones o preguntas (para
interesar,
diagnósticas, literales, propositivas, interpretativas,
analíticas, de
conclusión, de opinión, hipotéticas,
de valoración, metacognitivas) que se van
a desenvolver en el aula, junto con los diferentes procesos de
evaluación
(oral, escrito, interactivas). A partir de los indicadores, situaciones
y/o
preguntas se desenvuelven las habilidades que se pueden desarrollar en
cada una
de las diferentes actividades en el aula, al igual que cada una de las
diferentes acciones de seguimiento que debe ejecutar el docente con sus
estudiantes, las diferentes formas de evaluación que puede
utilizar
(autoevaluación, coevaluación,
heteroevaluación, metaevaluación) y las
diferentes herramientas y recursos (debate, foros, organizadores
gráficos,
participación, recursos tecnológicos,
entrevistas, encuestas, informes, red de
problemas, diario de aprendizaje, portafolio, entre otros) que el
docente puede
recurrir en el aula para motivar el aprendizaje, autonomía y
volición de los
estudiantes por las diferentes áreas del conocimiento.
La educación colombiana requiere un intervalo de tiempo para pensar y reorientar el camino que se está llevando en estos momentos mediante los lineamientos curriculares, por lo que se requiere que todos los procesos educativos sean coherentes, eficientes, rigurosos y pertinentes con las necesidades del estudiante en su vida y no enfatizarse en solo contenidos y temáticas de formación.
Desde
la perspectiva de los estudiantes se requiere un cambio en la
concepción de lo
que necesitan aprender para sus vidas y sobre todo en la forma de la
educación
que necesitan recibir, la cual inicia en innovar en los procesos
académicos,
pedagógicos y didácticos que realizan los
docentes en el aula, de tal manera
que el desarrollo de las competencias sea de manera
holística e integral, desde
sus tres dimensiones (cognitiva, socioafectiva y práxica)
cobijados por los
seis saberes (conocer, ser, sentir, hacer, pensar e innovar).
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS