Una mirada a la evaluación
por competencias desde el planteamiento didáctico, en la educación primaria
A look at competency
assessment from the didactic approach, in primary education
Nancy Milena Gómez Molano
Universidad Metropolitana de
Ciencia y Tecnología
https://orcid.org/0000-0002-5769-6411
DOI: https://doi.org/10.36955/RIULCB.2021v8n2.006
Esta obra está bajo licencia
internacional Creative Commons Reconocimiento 4.0
Recibido: 10/08/2021
Revisado: 20/09/2021 Aceptado: 28/09/2021 Publicado: 31/10/2021
RESUMEN:
El presente texto contiene
una mirada rápida de la inmersión del término competencias a la educación y la
evaluación por competencias, dentro del aula escolar a partir de la didáctica,
entendida, como los recursos con que el docente hace uso de su pedagogía, la
serie de herramientas tecnológicas y materiales que favorecen el aprendizaje
desde la manipulación concreta. De allí que las proyecciones son evaluadas a
partir de la evaluación formativa de las competencias, que se adquieren
mediante la aplicación didáctica de actividades que van desencadenando en el
educando, un carácter de aprendizaje significativo, demostrado en el proceso de
resolución de problemas planteados y que son resueltos con la ayuda del
docente. Este proceso complejo logra en el educando el ser, saber y saber hacer
en un contexto determinado, reto lograr que ese conglomerado de diversidad
cultural que son los estudiantes, adquiera una educación de calidad para la
vida.
PALABRAS
CLAVES: Competencias, evaluación y didáctica.
ABSTRACT:
This text contains a quick
look at the immersion of the term competences to education and evaluation by
competences, within the school classroom from didactics, understood, as the
resources with which the teacher makes use of his pedagogy, the series of technological
tools and materials that favor learning from concrete manipulation.
Hence, the projections are
evaluated from the formative evaluation of the competences, which are acquired
through the didactic application of activities that are triggering in the
learner, a character of significant learning, demonstrated in the process of
solving problems raised and that are solved with the help of the teacher.
This complex process
achieves in the learner the being, knowing and knowing how to do in a given
context, challenge to achieve that conglomerate of cultural diversity that are
the students, acquire a quality education for life.
KEYWORDS:
Competences, evaluation and didactics.
Introducción:
El término Competencias ha
sido utilizado en educación en muchas partes del mundo, pero no siempre fue
así. Su origen no es precisamente educativo y se remota más en la parte
industrial, en el desarrollo de procesos relacionados con el trabajo en la
década de la Revolución industrial. Además, según la Real Academia de la Lengua
Española, la define como:
“Disputa o contienda entre
dos o más personas sobre algo, oposición o rivalidad entre dos o más personas
que aspiran a obtener la misma cosa”, dando aquí un carácter demasiado
tecnicista y del cual, la mayoría de los docentes no estamos de acuerdo, puesto
que la vida es más que un llegar a una meta de primero, es un recorrido
cooperativo, donde se necesita del engranaje de las demás personas para
subsistir.
Sin embargo, la concepción
básica del término competencia, al insertarse en la educación ha cambiado a
gran medida su carácter competitivo, puesto que según Climént- Bonilla, Juan B
(2014) “Las competencias, en su carácter de entidades hipotéticas de difícil
definición dentro de una teoría científica, representan constructos complejos
biológica, psicológica y socialmente integrados, lo que las abre a tantas
posibilidades como a situaciones (realidades) concretas pueda vinculárseles”
(p.153). Esto abre a formas de interacción en el ámbito educativo con una
noción de complejidad más epistémica y participativa, involucrando el carácter
social y rezagando un poco la individualidad.
Desde esta perspectiva, en
muchos países del mundo, especial aquellos que pertenecen a la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) regulan el sistema
Educativo, con el objetivo de proponerlas desde un enfoque integral. Así en
Europa, por ejemplo:
En la Ley General de
Educación de 1970, los elementos que conformaban lo que se entiende hoy como
currículo eran los objetivos y los contenidos; la Ley Orgánica de Ordenación
General del Sistema Educativo, de 1990, incorporó como nuevo elemento el de los
criterios de evaluación, incorporación que mantenía la Ley Orgánica de Calidad
de la Educación, de 2002, y la Ley Orgánica de Educación, de 2006, integra en
su concepto de currículo el conjunto de objetivos, competencias básicas,
contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación. (Álvarez, Pérez y
Suárez ,2008, p.9)
Es decir, las competencias
en la evaluación en Europa se incluyen desde el 2002, en el 2006 se vincula al
Currículo y desde allí se inicia la ejecución desde los planteamientos de las
competencias básicas, específicas y ciudadanas en el pénsum académico,
emergiendo allí, las planeaciones curriculares en los planes de estudio de cada
área y cambiando la misión y visión de cada Institución, atendiendo al enfoque
por competencias. Todo ello para estar a la vanguardia del mundo cambiante, que
cada vez, con el acceso masivo a la tecnología, se hace evidente y necesario ser
un ser humano competente para la vida. Parecido aloque sucedió en Colombia con
la Ley General de Educación de 1994.
Quedando así, interpuesta a
la práctica escolar desde los “cuatro pilares de la educación” la noción válida
frente a la concepción de competencia, desde una generalidad integradora, como
lo postula: Álvarez, Pérez y Suárez (2008) “Entre las distintas acepciones de
competencia aquí presentadas, la que más se aproxima al uso de este término en
el contexto educativo, es la de “pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o
intervenir en un asunto determinado”. (p18) Aspecto que se tiene en cuenta en
los Estándares básicos de Competencia de Colombia, donde se afirma que: “Una
competencia se define como saber hacer en situaciones concretas que requieran
la aplicación creativa, flexible y responsable de conocimientos, habilidades y
actitudes. La competencia responde al ámbito del saber qué, saber cómo, saber
por qué y saber para qué” (MEN 2006, p. 12) Agregando aquí, una acepción
integradora del individuo, al reconocer el saber que: como el contenido o
conocimiento, el saber cómo, que se relaciona con su puesta en práctica del
conocimiento, el saber por qué, donde el sujeto selecciona lo que le conviene y
el saber para qué, hace alusión al objetivo. Así de alguna manera convirtiendo
el termino competencia en un engranaje armónico que busca en el estudiantado,
evaluar de manera integral el proceso de aprendizaje.
Incluyendo en el ámbito
educacional un conglomerado de competencias que en ocasiones tiende a
convertirse en moda, en la canasta de promoción del tiempo actual. Por eso, las
competencias básicas, las competencias específicas, las competencias
emocionales, las competencias ciudadanas, las competencias laborales etc., todo
se ha convertido en competencias y con estas ha llegado también otra forma de
evaluar, la famosa evaluación formativa, cuya finalidad se enfoca en el proceso
de aprendizaje del educando, con la idealización de fortalecer desde el paso a
paso, el quiebre o dificultad para realzar un plan de mejoramiento actualizado
que permita al aprendiz, salir de la debilidad encontrada de manera eficaz y a
tiempo. Encaminada a la entrega de evidencias del trabajo realizado, como una
manera de certificar la resolución de las actividades planteadas por el
educando en la respectiva practica pedagógica.
Sin embargo, la evaluación
por competencias entra a contradecir la evaluación formativa, porque con la
primera se busca fortalecer desde el proceso, ir mejorando poco a poco los
aspectos endebles de la enseñanza, de acuerdo a los resultados de evaluación
interna Por el contrario, la evaluación por competencias o evaluación externa,
busca ubicar en una recta numérica el resultado final del proceso, situando en
un nivel a cada institución del país, haciendo un paralelo comparativo entre
los países del mundo. Como lo afirma Climént (2014): “Desde la perspectiva
evaluativa, el enfoque de competencias se centra en la definición de los
resultados esperados, independientemente de la forma —procesos, medios, recursos,
circunstancias, condiciones” (p.158).
Pero, a Colombia no le ha
ido bien en términos de resultados, porque se ha visto superado por países como
Ecuador. Ocupando los puestos de más débil Según la Revista Semana (2021) los
efectos ICFES 2020, no son alentadores, puesto que en algunos aspectos hubo un
declive, “el resultado más elevado es Lectura Crítica con 52,2 sobre un máximo
puntaje de 100 el menor inglés con 46,9 luego de Sociales y Ciudadanas con 48
puntos sobre 100(p.3) Situación alarmante para el sector educativo, teniendo en
cuenta aspectos trascendentales como la pandemia generada por el COVID 19, que
afecta a todos los ámbitos, lo que demuestra que las condiciones sociales y
económicas influyen a gran medida en los resultados de la evaluación escolar,
porque un estudiante con hambre es difícil que adquiera los conocimientos
requeridos, cuando no cuenta con las condiciones mínimas para recibir de forma
pertinente la educación.
Desarrollo de competencias
según la lista de mayor a menor.
Por otro lado, las pruebas
“Programa para la evaluación Internacional de Alumnos” (PISA), el panorama no
es el más sobresaliente, puesto que, los resultados dan a conocer gran debilidad
en los conocimientos demostrados por los estudiantes en la prueba estandarizada,
proyectando un retroceso frente a los datos obtenidos en la evaluación
anterior, es decir que, en lugar de ir mejorando, el país presenta retroceso,
pero en comparación con el 2006, que fue el primer examen, ha mejorado un poco.
Si bien el rendimiento de
Colombia en lectura en PISA 2018 fue menor que el registrado en 2015, si se
considera un periodo más largo, el desempeño medio mejoró en todas las materias
—incluso la lectura — desde que el país participó por primera vez en PISA en
2006. (OECD, 2019, p.4))
Es decir, que la calidad de
la educación en Colombia no es la mejor, no es la más adecuada según las normas
establecidas a nivel mundial por medio de evaluaciones estandarizadas que
permiten ubicar a cada país según sus resultados. Demostrando de esa forma que
el nivel de competencias de los colombianos es bastante básico y que queda
mucho por fortalecer a nivel educativo. Por lo tanto, se hace necesario
fortalecer el proceso de las competencias individuales, que Según Climént
(2014) “Por su injerencia en problemas y necesidades de todo orden (político,
social, cultural, económico, ambiental, ético), las competencias individuales
(estandarizadas y no estandarizadas) son indispensables para el funcionamiento
adecuado de cualquier sociedad”. (p.155). Es decir que, todos los seres humanos
que pertenecemos a una sociedad en cualquier aspecto, debemos estar en la
capacidad de responder a las necesidades de forma activa y para ello se
requiere contar con unas competencias individuales fortalecidas.
Es de recordar, que las
pruebas internas o externas se aplican para todos los estudiantes de cualquier
lugar del país, sin discriminar si son egresados de escuelas urbanas o rurales.
Aspecto que en el caso de la ruralidad en la mayoría de las escuelas las condiciones
de tecnología y acceso a la información, es muy débil. De allí la importancia
de la competencia del docente, la capacidad de innovar y vincular aspectos del
campo para proyectos pedagógicos que permitan en el estudiantado adquirir los
desempeños necesarios para ir a la par con los demás estudiantes de
Instituciones del centro del país que cuentan con mejores condiciones básicas.
Permitiendo de esta manera, fortalecer lo propuesto por: Bloom (1956)
“Recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear” en un paso a paso
que permita preparase para la vida en sociedad y para la globalización.
Desarrollo
Desde este aspecto, el
sistema educativo no es una rueda suelta, es un conglomerado que obedece a
todos los otros sistemas, político, económicos, culturales y sociales, a la vez
a la globalización, porque en los últimos años, todo lo que sucede en el mundo
afecta a todos, casos como el clima y la misma salud, se han convertido en
asuntos plurales para las personas que habitamos este inmenso y al mismo
pequeño lugar del universo, llamado tierra. Por eso, varios proyectos en busca
de organizar el sistema como el proyecto Tuning, surgen reformas en las
universidades de Europa y con el pasar de los años, se fue fortaleciendo esta
alianza creando varios proyectos pilotos “Sócrates”, “Erasmus” “Comenius” y
algo de esto fue tenido en cuenta en lo propuesto por la OCDE en la Agenda 2030
con miras a vincular de alguna manera estrategias significativas para mejorar
la educación.
Así, por ejemplo, dentro de algunos
Ítems tenidos en cuenta en la Agenda 2030 esta el 5, Igualdad de género,
aspecto que se está fortaleciendo vastamente en el sistema educativo, los
Manuales de Convivencia han incorporado la libertad de expresión en el
estudiantado de forma amplia, dándole la posibilidad de escoger su orientación
sexual y su estilo de vida, sin causar dificultad a los demás. Además de la
inclusión de proyectos de sexualidad y construcción de ciudadanía en todos los
Planteles Educativos en busca de brindar la información pertinente para evitar
embarazos a temprana edad, enfermedades ETS o el bullying y ciber bullying en
el estudiantado.
Igualdad de género. Apoyo a
la educación de las niñas y las mujeres, la participación y empoderamiento de
las mujeres en la ciencia, los medios de comunicación y la cultura y el combate
de la violencia contra las mujeres en todas sus formas. (UNESCO 2017, p.7).
Por otro lado, la propuesta
2030 incluye un aspecto bastante ambicioso, como es erradicar la pobreza,
mediante la educación de calidad. Este ítem es muy amplio y tiene consigo
muchas variables que hacen sea difícil de cumplir, puesto que, aspectos como la
poca inversión social en programas como vivienda, salud y alimentación, son
cada vez más escasos y aunque organizaciones internacionales como la ONU y
otras, invierten en Colombia, las necesidades son muchas y se queda corto el
presupuesto para cumplir con todos los objetivos. Así el postulado:
Fin de la pobreza. Erradicar
la pobreza con el desarrollo de la productividad y las capacidades humanas por
medio de una educación de calidad y el desarrollo de habilidades; ciencia,
tecnología e innovación; acceso a las TIC y a los medios de comunicación; la
gestión sostenible de los recursos terrestres y marinos; protección y promoción
del patrimonio cultural y diversidad de expresiones culturales. (UNESCO 2017,
p.7)
Se queda en una meta
distante, que con los años se va haciendo más amplia, porque sumado a la poca
inversión, llega otro flagelo que estanca los procesos y es la corrupción, con
esta última la posibilidad de erradicar la pobreza se queda en el sueño de unos
pocos, mientras los pobres siguen escalando hacia abajo los índices de miseria,
aunque las estadísticas muestren avances, el pueblo colombiano cada día se ve
más pobre y con esta llega la dificultad de recibir una educación de calidad.
Sin embargo y pese al
panorama desalentador en cifras y proyecciones que muestra el Sistema
Educativo, este no para, se reinventa en la incertidumbre con el fin de llegar
a todos los colombianos, es así que, la evaluación en la virtualidad, se ha
convertido en un desafío para la educación Rural, porque las condiciones
tecnológicas no son adecuadas para afrontar una plataforma mundial virtual que
permita estar de forma asincrónica la mayor parte del tiempo, como sucede en la
educación presencial. Pero el docente innovador no se queda cruzado de brazos,
busca, se documenta, crea una ruta que le permita llegar de una u otra manera
al estudiantado. Por eso, el uso del portafolio digital, las comunicaciones vía
Whatssap, las llamadas de voz y la entrega de trabajos impresos a los padres de
familia en periodicidad de tiempos, son algunas estrategias que el docente
emplea con el ánimo de llegar de la mejor forma a los estudiantes y brindarles
una educación que le permita abarcar todos los aprendizajes que deben adquirir
en el año escolar. Por tanto, la práctica educativa se ha reinventado, desde la
planeación y seguimiento del docente y la ejecución de actividades en casa,
apoyadas por los padres de familia.
Alquézar,M. y Buzeki. M,
(2017) Reconocemos que la práctica docente es una actividad compleja en la que
las preocupaciones habituales se centran en facilitar el aprendizaje, lo cual
supone trabajar constantemente en la planificación de los procesos de enseñanza
y de aprendizaje, en el enfoque metodológico, en el diseño de actividades, en
instancias tutoriales y en la evaluación de los aprendizajes. (p.67)
Es decir, el docente es el
activador y mediador de procesos de aprendizaje, para lo cual debe estar en la
capacidad de asumir su rol, con toda la responsabilidad que requiere, buscar
capacitación en TIC, si lo cree conveniente, leer sobre nuevas estrategias,
guías didácticas, proyectos pedagógicos o demás que necesite para cualificar su
labor, llevar a los estudiantes un plan de trabajo articulado, que le permita a
los estudiantes aprender y utilizar dichos saberes en prácticas cotidianas para
la vida misma. Un maestro competente, como lo afirma Alquézar, y Buzeki (2017)
“Se comprende que la identidad del «ser» docente parte del reconocimiento de la
reflexión sobre uno mismo como herramienta que posibilita generar cambios en el
proceso de enseñanza y, por consiguiente, también en el aprendizaje” (p.80).
Aparte de autoevaluarse y realizar la planeación fundamentada y
contextualizada, el educando debe tener la capacidad de evaluar constantemente
para redefinir nuevas formas de enseñanza, acordes a las expectativas que
presenta la sociedad. Como lo afirma: Álvarez, Pérez y Suárez (2008):
Esta forma integrada y
contextualizada de entender los contenidos del proceso de enseñanza-aprendizaje
supone un avance con respecto a la interpretación, con frecuencia
compartimentalizada, que se ha hecho de los contenidos conceptuales,
procedimentales y actitudinales y recoge tres características relevantes de las
competencias: son multifuncionales y transferibles, tienen un carácter dinámico
e ilimitado y a la vez son evaluables. (P.48)
Recae en el docente una gran
responsabilidad, de incorporar en el aula, una
planeación adecuada que
indague no solo por los contenidos de las competencias específicas de cada
área, sino también, vinculando las competencias emocionales, ciudadanas y el
contexto donde se va a realizar el aprendizaje. Por lo tanto, las competencias
de los docentes son cada vez más complejas, el uso actualizado de dispositivos
móviles como celulares o computadores y el trabajo en plataformas virtuales
como zoom, meet, clasrroom, Google entre otros, son los componentes que debe
poner en práctica el docente diariamente para llegar a los estudiantes y en
caso que no se cuente con acceso a estas posibilidades, crear otras formas de
llegar ya sea por documentos físicos u otros.
Existen múltiples
metodologías para llegar al estudiantado, como proyectos de aula, unidades didácticas,
Resolución de problemas, clase invertida, juego de roles y más. En este caso,
se podría incluir el Método Lean Startup, que muy seguramente es relevante para
un aprendizaje enfocado a la investigación, como lo afirma: Ávalos, C. y
Sevillano, M (2018): La filosofía que plantea el método Lean Startup en sus
tres etapas y concebida como metodología de aprendizaje en las aulas, puede
verse materializada en los procesos de aprendizaje de la siguiente forma: CREAR
(Build), MEDIR (Measure) y APRENDER (Learn). (p.436). Esta propuesta es una
entre muchas que los docentes podemos trabajar en el contexto escolar, la
diferencia es que está enfocada en la creatividad y la evaluación del proceso,
lo que hace mas formativa la educabilidad y la enseñabilidad, porque
frecuentemente se está debatiendo sobre el avance y proponiendo formas para
mejorar.
Sin embargo, hablar de
cambio en docentes, es hablar de capacitación y al mismo tiempo de inversión
social, que debe ser gestionada por las Secretarias de Educación y estas en
varios lugares del País, no son muy diligentes en estos procesos, en palabras
de Ávalos, C. y Sevillano, M (2018): es indispensable también que haya
creatividad y deseos de lograr formación inclusiva, innovadora que fortalezca
las destrezas, habilidades investigativas, llegando al resultado de un
profesional con motivaciones al cambio y a la aplicación de los valores
sociales y culturales a mediano y largo plazo. Pero aún hay mucho por hacer
desde la práctica docente, el proceso de cambio tarda años y algunos colegas se
resisten al cambio, el método tradicional puede resultar más controlador y
permite tener el poder en la clase en especial en primaria, por tanto, algunos
docentes lo aplican constantemente. Como lo afirma: Campechano (2003):
Muchos de nuestros colegas
educadores todavía basan su práctica docente en una serie de acciones que
tienen en la experiencia de la repetición su premisa fundamental. Si algo no
está memorizado, no está aprendido. Bajo esta lógica todo marcha bien en los
exámenes cuando se trata de repetir o reproducir lo “visto en clase”. El “coco”
de los alumnos comienza con los problemas, con las proposiciones que implican
operar con las reglas de la lógica (p.36)
Es difícil entender que la
educación ha cambiado, pero es imperdible reconocer que el modelo de sociedad
“Sociedad del conocimiento o era de la información” está presente en la
actualidad y los docentes no podemos quedar rezagados a aceptar que el mundo se
volvió cada día más cerca y que la información está a la mano, ahora la
competencia es acompañar al estudiantado para que sepan tomar las decisiones
pertinentes, escoger la información adecuada para el aprendizaje, además de
fortalecer las competencias socioemocionales que buscan la cordura del ser
humano, la tranquilidad y la mejor forma de salir de los conflictos. Se hace
necesario identificar también que la educación se hizo multicultural,
pluricultural y la comprensión intercultural.
Por eso, es indiscutible
dentro del aula escolar propiciar ambientes de aprendizaje que favorezcan la
práctica, la manipulación de los objetos, para que el estudiante inicie un
proceso de conocimiento que pueda aplicar en su cotidianidad y no se quede
solamente en el conocimiento enciclopédico.
Forero, I. (2009). Los
modelos de aprendizaje actuales desarrollan competencias como el aprender
haciendo y la capacidad para innovar. En este orden de ideas, la reflexión por
el aprendizaje deja de ser una preocupación exclusiva del ámbito de la
educación, para extenderse a otros ámbitos, como las organizaciones sociales,
económicas y las instituciones gubernamentales. Así pues, la dimensión
educativa desempeña un papel determinante en la consecución de los fines
propuestos por las comunidades, las organizaciones y las empresas. (p.44)
Es decir que, la educación
como se dijo al inicio de este texto, es un engranaje que atiende a las
necesidades en especial políticas y económicas del país y del mundo, siendo así
la preparadora del perfil ocupacional que necesitan las industrias, o sea, las
condiciones básicas a los trabajadores han mejorado desde la revolución
industrial, pero la función de la escuela continua siendo parecida, formar mano
de obra para los grandes empresarios y así debe ser, una escuela pensada para
las necesidades del mundo, pero viene la pregunta ¿Ha cambiado el propósito de
cualificar a las personas para que sean críticas y fomenten empresas o
solamente continúan incorporando mano de obra económica para los grandes
empresarios con programas educativos, para la población vulnerable, como los
ofrecidos por el SENA? Es un interrogante difícil de responder, porque es lo
que hay y cambiar eso es un imposible.
Sin embargo, desde el aula
escolar, antes de llegar a la secundaria y al nivel profesional es necesario
motivar en el estudiantado, la capacidad de innovación e interrogación, la
necesidad de pensar y ser críticos frente a la vida, los cambios sociales y la
cotidianidad, todo esto se puede lograr, fortaleciendo las practicas escolares,
a partir de proyectos investigativos que permitan a los estudiantes obtener el
hábito para el seguimiento a procesos, aspecto que hace falta motivar desde el
primer ciclo, para que los jóvenes estén en la capacidad de seguir un paso a
paso, sin desligarse de un proyecto y así visualizar un proyecto de vida.
Evitando caer en el mero tecnicismo, en realizar actividades sueltas sin
propósitos de fondo para que el estudiantado las vincule a su vida cotidiana.
Como lo plantea:
Delors, (1996.): En efecto,
el progreso técnico modifica de manera ineluctable las calificaciones que
requieren los nuevos procesos de producción. A las tareas puramente físicas
suceden tareas de producción más intelectuales, más cerebrales ⎯como el mando de máquinas,
su mantenimiento y supervisión⎯ y
tareas de diseño, estudio y organización, a medida que las propias maquinas se
vuelven más “inteligentes” y que el trabajo se “desmaterializa” (p.4)
Es decir, no podemos
disponernos a formar desde el modelo meramente tecnicista, incluir dentro de
los currículos escolares y llevar de manera proyectiva a la práctica
actividades escolares significativas, que permitan que el estudiantado adquiera
las competencias específicas y acompañarlos en cuanto a la comprensión crítica
y definición de las mejores decisiones para sus competencias emocionales. Es un
proceso que inicia desde el hogar, pero como allí no corresponde a la escuela
formar, porque este acompañamiento escolar solo se ofrece en la escuela de
padres, proyecto que en la mayoría de las escuelas por x o y motivos queda
relegado, es en los primeros grados donde los estudiantes pueden iniciar desde
la interacción, el deseo por aprender y el descubrimiento, fortalecer la
cultura critica, para hacer de la sociedad venidera una mejor versión de lo que
es hoy la humanidad.
Conclusiones
La escuela siempre será el
foco, donde se realiza la proyección del ser humano que exige la sociedad,
porque es en el sistema escolar donde se forma la mayor parte del tiempo
diario, por tanto, en la actualidad corresponde educar hacia el enfoque por competencias
que exige vincular el ser, saber y saber hacer en contexto, formar a una
persona con capacidades personales y sociales que aporte al país y al mundo.
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