Resumen
El
objetivo de este artículo es desarrollar los enfoques sobre estrategia más
relevantes y, los relacionados con modelos de negocio; además se hace una reseña
del estrecho vínculo existente entre ambos conceptos. Los referentes teóricos
son Michael Porter, Henry Mintzberg, Kim y Mauborgne, Osterwalder y Pigneur,
con particular atención al enfoque de estrategia propuesto por Igor Ansoff. Se
hace un análisis de la secuencialidad de uso de los diferentes enfoques de
estrategia y los enfoques de modelos de negocio; el vínculo existente, el
impacto de estos entre sí y, se culmina respondiendo a la interrogante ¿Qué es
primero, la estrategia o el modelo de negocio? Las estrategias genéricas
establecen las pautas para el modelo de negocio, desarrollarlo y ponerlo en
práctica. Las estrategias específicas, son el resultado del acoplamiento de la
estrategia genérica y el modelo de negocio.
Palabras clave: Estrategia,
modelo de negocio, propuesta de valor, vector de crecimiento
ABSTRACT
The aim of this
article is to develop the most relevant strategy approaches and the approaches
related to business models, and to demonstrate the close link existing between
both concepts. The theoretical referents are Michael Porter, Henry Mintzberg, Kim,
and Mauborgne, Osterwalder and Pigneur, with focus on the strategy proposed by
Igor Ansoff. We analyze the sequencing of the use of the various strategy
approaches and the business models approaches, and the impact on each other. We
end up by answering the query: What comes first, the strategy or the business
model?
Key words: Strategy, business model,
value proposal, growth vector
INTRODUCCIÓN
La empresa en su anhelo por el cumplimiento de su misión
y visión, motivada por el logro de sus objetivos ejecuta estrategias. Las
estrategias tienen impacto en el modelo de negocio organizacional y por tanto
en la propuesta de valor. Del mismo modo los cambios en el modelo de negocio,
por innovación, oportunidad u otra razón, demandarán modificaciones en la estrategia
de la empresa, convirtiéndose esta en un ciclo permanente de ajuste y cambio.
En la literatura de negocios existe una vasta información
en torno a los enfoques de estrategia, que son prescripciones y pautas para la
acción, siendo a la vez guías para el análisis y procesamiento de información,
que en la práctica son enunciados axiomáticos que adoptan la denominación de
estrategias. A esta actividad D’Alessio (2012) la denominó proceso estratégico,
la misma que incluye un conjunto de actividades que se desarrollan de manera
secuencial con la finalidad de que la empresa pueda proyectarse al futuro y
alcance su visión deseada. Sin embargo, no se ha
encontrado un espacio de reflexión sobre el vínculo existente entre los
conceptos de estrategia, y modelo de negocio.
Todas
las empresas cuentan con modelos de negocio que en si representan el marco de
referencia y los procesos que caracterizan su particular situación; siendo además
en la práctica la plataforma que sostiene su propuesta de valor, entendida esta
como la respuesta satisfactoria que atiende el problema y las necesidades del
cliente. El diseño del modelo de negocio responde al estadio situacional de la empresa:
su ingreso al mercado, innovación, además de otras razones. Por tanto, sea cual
fuere su necesidad, se ha diseñado un modelo de negocio teniendo en cuenta
algún particular enfoque; mientras que en otros la gerencia diseña el modelo de
negocio, conforme a su pericia y experiencia, sumado a ello el legado y
trayectoria de la empresa.
Asimismo,
las empresas cuentan con estrategias que responden a un análisis estratégico
(estrategias deliberadas); mientras que un segundo grupo pone en práctica
estrategias obtenidas de manera emergente como resultado del benchmarking, experiencia en el sector, o
mediante prueba-error.
En este artículo se dan a conocer los
planteamientos sobre estrategia y modelo de negocios por los autores más
reconocidos, cuyas ideas se encuentran plenamente vigentes y que en la
actualidad sirven como marco para la reflexión, elaboración y su puesta en
práctica, teniendo en cuenta la particular situación de la empresa y el entorno
que la rodea. Se pretende, además, hacer una reseña con respecto al estrecho
vínculo existente entre estrategia y modelo de negocio.
Enfoques
de estrategia
La empresa en su afán por competir y lograr
una mejor participación en el mercado busca diferenciarse por sus estrategias y
que estas le brinden el marco para el logro de sus objetivos. La estrategia es
el modo de llevar a cabo una iniciativa empresarial, es conjugar recursos y
talento para alcanzar los objetivos de la empresa. Para David (2013), son
posibles cursos de acción que requieren decisiones por parte de los altos
directivos y de grandes recursos de la empresa, por tanto la determinación y
elección de la estrategia debe ser una actividad a la que la gerencia debe
prestar especial atención. Asimismo, la estrategia convierte la “Teoría del
Negocio” en desempeño y la pone a prueba, entendida esta como “un conjunto de
suposiciones respecto de lo que es un negocio, lo que son sus objetivos, cómo
define resultados, quiénes son sus clientes, qué es lo que los clientes valoran
y pagan” (Drucker, 1999, p. 61). Dicho de otro modo, la estrategia señala el
camino para llevar a cabo la teoría del negocio o modelo de negocio. Dentro de este marco se describe a
continuación los enfoques, que plantean modelos para la determinación de
estrategias:
Estrategias
de producto – mercado para el crecimiento empresarial (matriz de vector de
crecimiento)
El enfoque de estrategia de Igor Ansoff (1957), es un modelo que asocia lo acontecido en el mercado y el comportamiento de los productos dentro de éste. En la Figura 1, se aprecian cuatro cuadrantes, que vienen a ser los escenarios de negocios que debe tener en cuenta la empresa para orientar su estrategia. Se le conoce también como “matriz de vector de crecimiento” porque esta señala la ruta a seguir desde el primer cuadrante (estrategias de penetración de mercado); luego pasa por el cuadrante de desarrollo de mercados; seguidamente por el cuadrante de desarrollo de productos; culminando en el cuadrante de diversificación. Sin embargo, no es tan simple como parece, ya que cada cuadrante determina las estrategias que deben adoptarse conforme a la realidad, necesidad y, ciclo de vida en el que se encuentre la empresa.
Figura 1. Matriz de vector de crecimiento.
Nota. Adaptado de “Strategies for
Diversification” (p. 114), por H. Igor Ansoff, 1957, HBR.
Recuperado
de
http://sgpwe.izt.uam.mx/files/users/uami/sppc/13O/Gestion_y_Control_Estrategico_I/Lectura_10._Ansoff_Igor_Strategies_for_Diversification.pdf
Penetración
de mercado
Este escenario es propicio, si la empresa se
encuentra en una posición en la que pretende: (a) aumentar el consumo de sus
clientes actuales, incrementando la frecuencia de uso y la cantidad de uso; (b)
atraer a clientes de la competencia; y (c) atraer nuevos clientes. Siendo un
escenario conocido, mercado y producto actuales, el riesgo es menor y la
probabilidad de tener éxito es mayor. Algunos ejemplos que grafican este
escenario (1ra opción de la Figura 1) se presentan en las compañías operadoras
de teléfono a través de las ofertas de migración de un plan a otro mayor, así como
las ofertas de portabilidad.
Desarrollo
de mercado
En este escenario (2da opción de
la Figura 1) el producto es conocido y se busca ingresar a un mercado nuevo,
por tanto, la empresa se encuentra en una posición en la que busca: (a)
expandirse a nuevos mercados, donde ha identificado nuevas aplicaciones o usos
para sus mismos productos; y (b) orientarse a nuevos segmentos de mercado para
los productos actuales en los que se ha detectado una necesidad insatisfecha. Expandirse
geográficamente para la apertura de una sucursal, las compañías aéreas low cost, que han ingresado al mercado
peruano desde Colombia y Chile, son algunos de los ejemplos para este escenario.
Desarrollo
de producto
En este escenario (3ra opción de
la Figura 1) el mercado es conocido y la empresa busca desarrollar nuevos
productos mediante: (a) el desarrollo de nuevos atributos del producto; (b)
crear y desarrollar nuevos productos; y (c) desarrollo de nuevas gamas de
producto diferenciados por calidad. Existen productos para la piel cuyo uso
inicial hace unos años era para atenuar las cicatrices derivadas de cirugías y
estrías, y que en la actualidad cuentan con líneas de productos para el cuidado
de la piel y evitar el envejecimiento prematuro.
Diversificación
Este escenario (4ta opción de la
Figura 1) es el más riesgoso, combina la venta de producto nuevo en mercado
nuevo. Supone ingresar en mercados completamente desconocidos y más aun con
productos nuevos. Gómez (2018), propuso para éste escenario la búsqueda de
empresas que se encuentran muy bien posicionadas en una categoría y a través de
estas buscar la conquista de otros mercados, “poniendo su sello a productos que
tienen algún grado de relación con aquellos con los que la marca se hizo famosa
(extensión de línea), o bien a través de aliarse con otras marcas ya
posicionadas en categorías distintas (cobranding)”…;
estas alternativas aumentan la probabilidad de tener éxito y reducen los
riesgos. La compra del grupo UTP–IDAT en el 2012, empresa peruana de educación
superior por Intercorp (grupo empresarial peruano multi-sector), cuyo origen es
el sector banca y finanzas, muestra una estrategia de diversificación hacia el
sector de educación superior, mercado en que esta empresa ya contaba con
presencia en el segmento de educación básica regular con los colegios Innova Schools.
Henry
Mintzberg
Sin
duda uno de los mayores referentes en estrategia es Henry Mintzberg, por ello
Montoya (2009) sintetiza su aporte planteando que el verdadero foco del campo
de la dirección estratégica es la elección estratégica, cómo encontrarla y
dónde encontrarla, o cómo crearla cuando no puede ser encontrada y luego cómo
explorarla, siempre y cuando se cuente con la más adecuada.
Ante ello surge la interrogante… ¿Cómo se generan las estrategias en las
empresas?
Como
respuesta a lo anterior se tomará en cuenta las definiciones de estrategia que Mintzberg
(1993) planteó desde cinco perspectivas: la estrategia como plan, pauta de
acción, patrón, posición y perspectiva:
Como
plan la estrategia es un curso de acción, un camino a seguir el cual ha sido
“conscientemente determinado, una guía (o una serie de guías) para abordar una
situación específica” (p. 14); en esta categoría caben los planes empresariales
que han sido formulados siguiendo una pauta, un orden, en otras palabras, son
el resultado de un método predeterminado y deliberado, basados en el análisis
de la situación actual y de un ejercicio de prospección. Asimismo, una
estrategia puede ser una pauta de acción, un ejercicio específico para poner en
práctica el plan o como efecto colateral del mismo. Por otro lado, la estrategia como patrón o modelo
es “consistencia en el comportamiento, tanto si es intencional como si no lo
es” (p. 15), en otras palabras el patrón puede ser resultado de un plan, o
resultado de una práctica que ha dado buenos resultados y se ha vuelto
cotidiano. La estrategia como posición, es el espacio de dominio del mercado,
que puede ser resultado de las anteriores o de una acción intencionada de la
empresa. Como perspectiva, la estrategia es el particular punto de vista de la
empresa sobre el mundo que la rodea, partiendo de sus valores, ideología y
cultura organizacional. Sea cual fuere el mecanismo de obtención de
estrategias, su importancia radica en que la empresa debe poseer estrategias
que la hagan viable y sostenible en el tiempo.
Estrategias
genéricas competitivas de Michael Porter
Es
un enfoque de análisis y prospección, que ayuda a definir la posición
competitiva de la empresa y consiste en tomar acciones defensivas u ofensivas
para defender una posición en el mercado y en el sector, Porter (1982). La
teoría de estrategias genéricas asocia la ventaja competitiva con la posición
que adopta la empresa en el mercado, sustentada en sus fortalezas (capacidades
distintivas) que son las vías por las cuales una empresa puede optar para tener
éxito. Estas consideran tres aspectos: el liderazgo en costos; la
diferenciación; y el enfoque en costos o en diferenciación. Sus características
se presentan en la Tabla 1:
Tabla 1. Estrategias genéricas competitivas
Nota. Adaptado de “Estrategia Competitiva. Técnicas Para el Análisis de los Sectores Industriales y de la Competencia” (p. 52-56), por M. Porter (1982)
La utilidad de esta
teoría se pone de manifiesto en la identificación del tipo de estrategia
genérica competitiva por la que optó la empresa arequipeña La Ibérica en el lanzamiento
de su línea de infusiones de cacao. Se determinó escoger la estrategia de
enfoque, con el propósito de atender a un mercado reducido y muy definido, buscando
eficiencia y eficacia operativa en la comercialización de estos productos para la
satisfacción de las necesidades y preferencias del segmento identificado
(Úrsula Asmat y otros, 2017
La
estrategia del Océano Azul
Sus autores Kim y Mauborgne (2011), plantean dos
escenarios: un océano rojo y un océano azul. El océano rojo representa el
escenario tradicional, en éste las fronteras de la industria en el que se
desenvuelve la empresa están delimitadas y se conocen las reglas de juego; los
rivales tratan de superarse entre sí, el objetivo es obtener la mayor
participación de mercado; sin embargo, al saturarse se reducen las perspectivas
de rentabilidad y crecimiento y; los productos son bienes genéricos. En cambio,
el océano azul es un espacio nuevo, que surge del mismo océano rojo, cuando se
traspone los límites de la industria, pero también surgen muy lejos de éste al
ampliarse la frontera del escenario tradicional. Se trata de aumentar el tamaño
de la demanda, en lugar de compartirla porque cada vez es más reducida; se pretende
dejar rezagada a la competencia.
Para ello es
importante que la empresa tenga la auténtica convicción de alejarse del esquema
de competencia tradicional; debe por tanto buscar por sobre todo la innovación
en valor, alinear sus capacidades con la expectativa del cliente, ofrecerle un
producto nuevo y distinto. Quala S.A, multinacional colombiana de consumo
masivo, que entre otros, elabora y comercializa productos de cuidado personal,
se apartó del océano difícil de productos de aseo personal para la mujer y
desarrolló una propuesta de valor centrada en una línea de productos para varones;
la línea Ego. En el presente es Unilever, multinacional británico-neerlandesa,
propietaria de esta exitosa línea de productos, según refiere el portal Estrategia
y Negocios 2017).
Para llevar a cabo el análisis que posibilite la
innovación en valor, Kim y Mauborgne plantearon un modelo de problematización
al que le denominaron el esquema de las cuatro acciones (Figura 2) cuyo
sustento según los autores es el siguiente:
1. ¿Cuáles variables que la industria da por sentadas se
deben eliminar?
Esta
pregunta obliga a pensar en eliminar variables alrededor de las cuales ha
girado desde tiempo atrás la competencia en una determinada industria, es decir
se dejan de lado los dogmas que predominan para pensar en alternativas que los
clientes valoran; aquí juega un rol importante la inteligencia de mercado.
2. ¿Cuáles variables se deben
reducir muy por debajo de la norma de la industria?
Esta
pregunta ayuda a revisar aquellos aspectos en los que se podría estar generando
mayores costos que el resto de empresas del sector en el servicio al cliente o
que estos ya no lo distinguen como propuesta de valor; por tanto hay que
suprimirlos.
3. ¿Cuáles variables se deben incrementar muy por encima de la norma de la industria?
Esta
pregunta permite deducir aquellas situaciones en las que se viene fustigando a los
clientes y que podría traer como consecuencia la pérdida de estos.
4. ¿Cuáles variables se deben crear porque la industria nunca las ha ofrecido?
Se
pretende descubrir fuentes completamente nuevas de valor para los clientes,
crear una nueva demanda y modificar la estrategia de precios del sector. Esta
es la esencia de la innovación en valor.
Figura
2. Esquema de las cuatro acciones
Nota. Adaptado de “La Estrategia del Océano Azul” (p. 32), por
Kim
& Mauborgne (2011).
Modelo
de negocio
El modelo de negocio, describe todos los elementos,
procesos y actividades que forman parte de una empresa, así como la sinergia
que se desprende de estas, para asegurar la entrega de bienes y/o servicios conforme a
las necesidades del consumidor y del entorno que la rodea.
Para Indacochea (2017), el modelo de negocio es la forma
en que opera una empresa en la cadena de valor. Es la lógica o la arquitectura para
crear valor y generar una experiencia única
para el cliente; agrega que es “necesario alinear todos los procesos de la
estructura organizacional, la infraestructura, los procesos y el liderazgo de
las personas de modo que garanticen que la empresa genere en forma consistente
esa experiencia única al consumidor” (p. 132).
El diferenciador en toda iniciativa empresarial es la
propuesta de valor, que es la respuesta satisfactoria a la necesidad del
cliente, expresada en su voluntad de adquisición de un bien o servicio. Se
constituye como una serie de ventajas que la empresa ofrece al cliente (Osterwalder
y Pigneur, 2011).
La plataforma que soporta la propuesta de valor es el
modelo de negocio, constituido por ciertos elementos que van en línea con la
propuesta de valor. A partir de esta se genera el diseño organizacional, la
mecánica y dinámica operacional, en respuesta a la demanda del cliente y, los
desafíos que surgen en el entorno.
Lienzo
del modelo de negocio
Este planteamiento, se basa en la definición de modelo de
negocio de Osterwalder y Pigneur (2011) “Un modelo de negocio describe las
bases sobre las que una empresa crea, proporciona y capta valor” (p.14). Para
ello los autores plantearon el denominado “lienzo del modelo de negocio”,
herramienta gráfica que mediante el método de pensamiento visual distingue nueve
elementos que sintetizan y muestra gráficamente los componentes más importantes
de un modelo de negocio: desde la propuesta de valor; el segmento de mercado; las
relaciones con los clientes; los canales de atención, los asociados clave; las
actividades clave; los recursos clave; la estructura de costos, hasta la
identificación de las fuentes de
ingresos, como se puede apreciar en la Figura 3.
Figura
3. El lienzo del modelo de negocios
Nota. Adaptado de “Generación
de Modelos de Negocios” (p. 44), por
Osterwalder & Pigneur (2011).
El lienzo se divide en dos bloques asociados a los
hemisferios cerebrales. Los elementos relacionados con la propuesta de valor y
los que se vinculan con el cliente, se encuentran a la derecha, y los que se
relacionan con las operaciones y los costos se encuentran ubicados hacia la
izquierda. La importancia del lienzo radica en que mediante una lluvia de ideas
se puede determinar de manera articulada y simultánea los atributos de los elementos
que componen el modelo de negocio, convirtiéndose además en la herramienta que
ayuda a modelar la idea de negocio y brinda los insumos para la elaboración del
planeamiento estratégico y el plan de negocios empresarial.
DISCUSIÓN
En este punto es importante mencionar como unidad de
análisis a la empresa. Esta demanda de un modelo de negocio y estrategias para
el logro de sus objetivos. En el proceso estratégico, como punto de partida, se
debe tener en cuenta su actual posición en la matriz de vector de crecimiento
de Ansoff; seguidamente, convendría analizar la estrategia genérica a adoptar:
costos, diferenciación o enfoque. Entonces surge una interrogante… ¿qué hay de
las estrategias de tipo emergente?... de igual modo convendría
contextualizarlas en la matriz de vector de crecimiento de Ansoff, para evitar
su aleatoriedad. Además de lo anterior se debe realizar un tamizaje mediante el
esquema de las cuatro acciones, como han sugerido Osterwalder y Pigneur (2011),
quienes han mencionado que el lienzo de modelo de negocio complementa la
estrategia del océano azul. Sin embargo, no sólo se debe optar por esta vía en
el caso de estrategias deliberadas, también se sugiere realizar el mismo procedimiento
con las estrategias de tipo emergente.
La estrategia del océano azul coincide con la matriz de
vector de crecimiento de Ansoff a partir de la segunda opción denominada cuadrante
de desarrollo del mercado (Figura 1): significa que se aplica a empresas con
presencia en el mercado y con productos que han superado la etapa de
penetración del mercado; que están preparados para dar un salto cualitativo y
con posibilidades de expandirse a otros mercados; desarrollar nuevos productos
y, más adelante optar por la diversificación.
Para Mintzberg, citado por Montoya (2009), el verdadero foco del campo de la dirección estratégica
es la elección de la estrategia: cómo encontrarla y dónde encontrarla; cómo
crearla, cuando no puede ser encontrada; y luego cómo explorarla. Lo anterior
corrobora la importancia y necesidad de la empresa por contar con estrategias; el
modelo de negocio es una respuesta a las interrogantes planteadas; y posteriormente
se convierte en fuente para la elección de las estrategias específicas.
A la empresa no le basta con haber encontrado
el modelo de negocio ideal y las estrategias más competitivas, sino debe estar
acompañado de la ruta a seguir, señalada esta por el vector de crecimiento de
Ansoff. David (2013) afirmó que las estrategias son posibles
cursos de acción. Asimismo, en su ejecución ponen a prueba el modelo de negocio,
puesto que mediante estas se mide el desempeño organizacional.
Conviene
entonces hacer un análisis del vínculo entre las estrategias genéricas de
Porter, el modelo de negocio y las estrategias específicas. La Figura 4 muestra
a la visión y misión como punto de partida para la determinación de la
estrategia genérica y, en paralelo se construye o se ajusta el modelo de
negocio. Tanto la estrategia genérica, como el modelo de negocio, posteriormente
se transforman en el marco para el análisis y selección de las estrategias
específicas, convirtiéndose luego estos en los inductores para los procesos y
las actividades tácticas de la empresa. Para Palacios y Duque (2011) la
estrategia y el modelo de negocio se complementan: la primera contribuye con el
factor diferenciador, le da sentido y dirección para su desarrollo, no se centra
en algún aspecto en particular, sino en la totalidad de los elementos que la componen.
CONCLUSIONES
Las estrategias genéricas brindan el marco para establecer la propuesta de
valor y el segmento de mercado al cual atiende la empresa, así como para el
desarrollo de los demás elementos del modelo de negocio. Las estrategias específicas
son los caminos por los que la empresa logra sus objetivos y obtiene los
resultados esperados. La elección de la estrategia genérica es el paso inicial
antes de la construcción del modelo de negocio y, luego se realiza la elección
de las estrategias más específicas.
Las estrategias y el modelo de negocio están condicionados por los escenarios
(cuadrantes de la matriz de vector de crecimiento de Ansoff) en el que se ubica
la empresa. Estos escenarios prescriben acciones estratégicas que las empresas
deben tener en cuenta, así como la ruta señalada por el vector de crecimiento.
Indistintamente en el cuadrante en que se encuentre la empresa, debe articular
sus estrategias específicas, asegurándose que estas sean congruentes,
consistentes y consonantes con el modelo de negocio.
La relación entre estrategia y modelo de negocio difiere en los
emprendimientos de aquellas empresas con presencia en el mercado y trayectoria en
el sector. La ruta en los emprendimientos se inicia con la concepción de la idea
de negocio, construyéndose luego el modelo de negocio más adecuado, en seguida
plantear la misión y visión, debiendo posteriormente formularse la estrategia
genérica y las estrategias específicas. Cabe precisar que no se cuenta con
evidencia empírica que corrobore lo manifestado. Por otro lado, las empresas con presencia en
el mercado al parecer se ajustan más a la “ruta” indicada en la Figura 4, que
describe el vínculo entre estrategia y modelo de negocio.
El esquema de las cuatro acciones de Kim y Mauborgne, es una mirada al sector, cuyo
resultado es un nuevo modelo de negocio, o la mejora de un modelo de negocio
existente basados en la innovación en valor. Para esto la empresa tiene presencia
en el mercado, además cuenta con productos que ya han superado la etapa de
penetración: es decir se encuentran en el cuadrante de desarrollo de mercado de
la matriz de vector de crecimiento de Ansoff.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS